Inmersión en el universo Turizo

El cantante colombiano enamoró e hizo vibrar a miles de personas en la Plaza de toros de Granada, en un concierto performance

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Manuel Turizo durante el concierto en la Plaza de Toros de Alba.
Manuel Turizo durante el concierto en la Plaza de Toros de Alba. / Jorge Guerrero/ Picwild
Rafael Marfil Carmona

Granada, 06 de octubre 2025 - 11:48

Manuel Turizo es la esencia de la música actual, de la fiesta y de la voz de una nueva generación colombiana, que atraviesa el tiempo e inventa nuevas canciones sin renunciar a la esencia latina. Como ya no compramos discos, los esfuerzos se centran en el concierto-performance, todo un espectáculo inmersivo centrado bailar y divertirse, lo que es una sabia postura vital ante estos tiempos líquidos y contradictorios. María y Candela, en la espera del inicio del concierto, tenían claro que el valor del reguetón es ser la música bailable del siglo XXI. Sin embargo, luego disfrutaríamos también de momentos de salsa, así como de la autenticidad de la bachata y el merengue, sus hits, con ecos, más o menos lejanos, de los grandes maestros, como el dominicano Juan Luis Guerra. La música que viene de América sigue avanzando, y estos sonidos tienen partidarios y detractores, como siempre ha pasado con los buenos toreros.

Dos DJ amenizaban la espera advirtiendo al público de que sería el mayor fiestón de sus vidas. Algo exagerado, quizá, en un ambiente, eso sí, donde no faltaba ningún detalle organizativo, desde la atención a personas con problemas de diversidad funcional hasta el servicio de pizzas o una barra que nos ayudó a refrescar una otoñal noche de verano. En esa previa, llenaban el coso un 80% de mujeres, dispuestas a disfrutar del espectáculo homenaje al apartamento 201, el lugar en el que se inspiró este cantante para crear parte de su obra. En las grandes pantallas se retransmitía en directo una filmación con aire de un estudio teatral, donde impresionaba la espectacularidad de las coreografías y, eso sí, estaba presente ese aire machista de mujeres que se disputan al hombre que exhibe abdominales bajo su traje, como recordaba Nuria, con mucho acierto.

Sabiendo eso, sin embargo, hay que decir que lo que verdaderamente enamora de Turizo son esas letras donde se habla, cómo no, de lo que une a todas las generaciones, que no es otra cosa que el amor. De eso tratan sus temas y, seguramente, por eso ha cautivado a millones de personas. Alguien que nació en el año 2000 no ha tenido tiempo para vivir tanta melancolía, para esperar con esa poética intensidad la vuelta del ser amado. Sin embargo, la música nos ayuda a vivir y a sentir, explica las cosas que nos pasan. Además, no hay que olvidar las llamadas al empoderamiento que hizo el protagonista de la noche en varias ocasiones, recordando que adora a las mujeres que “no lloran y facturan”, una controvertida frase que puso de moda su paisana Shakira. Pobres de los que facturamos poco y hemos llorado con algunos de sus éxitos, pero esa es la vida.

Como otros tantos, Marcos explicaba, sobre el césped artificial que protegía el albero, que había venido por acompañar a Conchi, ambos de Santa Fe. Sin embargo, creo que era una excusa, porque en el fondo disfrutó realmente. Hay mucho romanticismo en lo que atrapa de Turizo, más allá del fenómeno fandom y seguir a un artista de moda. Mariana y Elena, en primerísima fila, habían pagado más por estar ahí, por sentir mucho más de cerca el concierto, recordando que descubrieron la música de Manuel Turizo en la banda sonora de la serie La reina del Flow. Para algunas, enamoramiento puro, como reconocía Montse. Lo importante, en cualquier caso, lo resumía Rafael muy bien: se trata de ver todas esas sonrisas, llenarte de energía positiva y comprender que nada mejor que meter en agenda un concierto-fiesta como el que estábamos viviendo en Granada. Finalmente, este hip-hop latino, llenos de atractivos ritmos a contratiempo que hubieran interesado al mismísimo Bob Marley, no convirtió el lugar en un salsódromo, pero sí nos ayudó a hacer caso a Turizo, que recomendó de inicio que, ya que estábamos allí, hiciéramos que valiera la pena. Interpretó toda su música, con ese aire de auto-tune en ecualización de la voz, además de los gestos raperos que, en su momento, eran timidez y cultura underground, y que ahora se despliegan como como insolencia y valentía frente al mundo. En cualquier caso, su reguetón es suave y es un magnífico intérprete en su género.

Compañía

Junto a Turizo, disfrutamos de la voz del jovencísimo Lucas Paulano, el niño jiennense ganador de La voz Kids, que emocionó en su interpretación de Culpable. En muchos temas, resonaban colaboraciones recientes de este artista colombiano, como la figura de la joven Becky G. Este genio colombiano es un fenómeno, en todos los sentidos. Tras escuchar la música de Manolo García, Antonio Orozco, Manuel Carrasco, Joaquín Sabina, Leiva y muchos otros, la monumental José Frascuelo ha sido ya testigo de tantos buenos momentos musicales como tardes taurinas de gloria.

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