Reseña editorial

Sobre 'Un mar de rosa y oro'

  • El escritor, psicólogo del Hospital Virgen de las Nieves, publica novela en la editorial granadina 'Esdrújula'

El psicólogo Fernando Mesquida.

El psicólogo Fernando Mesquida. / (Granada)

El muy activo y prolífico grupo literario granadino Letraheridos de Hospital nos ofrece un nuevo fruto. En efecto, uno de sus miembros, el autor mallorquín Fernando Mesquida Garrido afincado en Granada desde hace treinta y tres años, ha publicado recientemente su obra Un mar de rosa y oro, editado por la también granadina Ediciones Esdrújula. Y ya ha sido presentada en los últimos meses en Granada y en Palma de Mallorca.

Se trata de una novela costumbrista ambientada en Mallorca, en la que se narra la historia de tres generaciones de una saga de navieros. Su autor aporta un estilo culto, elegante y de gran belleza. Impregnando el texto de sus facetas de psicólogo y melómano, la obra está llena de referencias musicales y en cuanto a los perfiles de los personajes, se diría que son auténticos retratos psicológicos.

Es en realidad su propia familia de la que nos habla, que ejerció una gran influencia económica, social, artística e incluso política en los siglos XIX y XX, durante los años transcurridos entre 1830 y 1977. Nos presenta un libro con una buena calidad de edición, una adecuada tintada y suficiente tamaño de la letra, lo que realmente se agradece. Resulta también agradable y original su forma de presentarlo, sin distribuirse en capítulos, sino que está titulado por pasajes.

Portada de 'Un mar de rosa y oro' Portada de 'Un mar de rosa y oro'

Portada de 'Un mar de rosa y oro' / R. G. (Granada)

La historia que cuenta, el “renglón a renglón”, atrapa al lector progresivamente desde el principio hasta aferrarlo al texto sin poder despegarse de él. Se trata de una interesante historia con un elenco de atractivos protagonistas.

El estilo sorprende mucho, y muy agradablemente, por lo complejo de su sintaxis, que a la vez es muy clara, permitiendo su lectura con soltura sin atrancarse. Su semántica es muy rica, incluyendo variados términos y giros del habla mallorquina, lo que permite aprender mucho, obligando con frecuencia a tener que buscar el significado de algunas palabras. El resultado es un estilo culto y rico que es especialmente bello y atractivo.

Sus personajes están muy bien dibujados y, entre ellos he encontrado algunos especialmente atractivos. Destaca entre ellos Doña Rosa, de la primera generación, que viaja a Cuba y es el origen de la saga que ocupa nuestra historia.

D. Xim, de la segunda generación, es, en mi opinión, el más destacado de todos. También lo es el de Joan, de la tercera generación. Maniobra muy inteligente desde el punto de vista del autor, y un recurso narrativo de primera magnitud, es la creación del personaje del psiquiatra austriaco, aprovechando el hecho verídico del esperantismo de su amigo Joan. Introduce así la originalidad de que alguien extraño a la familia contribuya a narrar gran parte de su historia. Así, él mismo, el Dr. Franz Bauer, se convierte también en uno de los personajes más atractivos de la novela, el único personaje ficticio de la misma de entre los principales. La tan bien construida amistad de Joan con Franz Bauer permite la introducción de una gran cantidad de páginas de la propia historia a contar, narrada de forma original.

Hay tres pasajes de la novela que a mí juicio brillan de una forma especial, la minuciosa y culta descripción de la casa solariega de la calle Misión, la del baile de máscaras con su toque erótico finalmente difuminado y esas decenas de páginas que describen el amor entre Franz y Carola, con textos bellísimos en muchos de sus párrafos, que son auténtica prosa poética.

Como curiosidad, un episodio también resaltable, por lo sorprendente, es el pasaje del "robo" a la Iglesia de la obra inédita del masón, perpetrado por la propia logia. Según he ido avanzando en su lectura, he ido juzgando cada vez más y más acertado y bonito su título. Quién lo lea seguro que coincidirá conmigo.

En conclusión, se trata de una potente novela costumbrista que evoca recuerdos de la gran novela decimonónica y de principios del siglo XX. Es de resaltar también en ella una exuberante documentación, que se plasma en una ingente cantidad de datos acerca de fechas, lugares y circunstancias históricas. Y todo muy bien narrado.

He disfrutado mucho con su lectura. ¡Mi enhorabuena a Fernando Mesquida y al grupo literario Letraheridos de Hospital! Lo recomiendo fervientemente a cualquier amante de la literatura, de la buena literatura.

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