La exposición Los Grecos del Prado descubre a un Greco distinto, "con otros matices", afirmó ayer el ministro de Cultura, César Antonio Molina, durante la inauguración de la muestra, en la que ha estado acompañado por el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda.

El ministro de Cultura ha destacado que los visitantes encontrarán nuevos aspectos, porque no es "una exposición más sobre El Greco", ya que "todavía hay muchas cosas" que estudiar sobre él, gracias especialmente a las últimas investigaciones sobre este pintor de origen griego.

Barreda ha querido subrayar que "El Greco es mucho más que un gran pintor, es todo un símbolo, ya que no se entiende Toledo, a partir de El Greco, sin su pintura y sin su contribución".

El presidente de Castilla-La Mancha y la jefa del departamento de Pintura Española del Renacimiento del Prado y comisaria de esta muestra, Leticia Ruiz, han recordado que la primera gran exposición temporal que se hizo en la historia de este museo fue precisamente con la obra de El Greco en 1902. "La fuerza simbólica que siempre ha tenido El Greco es muy relevante", ha dicho Barreda, quien ha añadido que, cuando los diversos movimientos intelectuales en España se cuestionaban cuál era la esencia de lo español, "miraban hacia Toledo y buscaban en El Greco parte de su inspiración, y todo eso "se ve muy bien en esta gran exposición".