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El metaverso como nueva realidad con luces y sombras

  • Los expertos reflexionan sobre el anuncio de Zuckerberg, que puede estar llamado a convertirse en un cambio de paradigma o en un fracaso

El metaverso como nueva realidad con luces y sombras

El metaverso como nueva realidad con luces y sombras

No mires arriba, uno de los estrenos que han marcado la entrada en 2022, retrata a la perfección la deriva de la sociedad en las últimas dos décadas, las nuevas formas de comunicación que se han establecido en el triángulo políticos, medios y ciudadanía. Mark Zuckerberg pasará a la historia como uno de los hombres clave a la hora de explicar ese cambio de rumbo al crear la red social Facebook y. Después de casi 20 años, el gurú tecnológico anunció hace unas semanas que está preparando un innovador proyecto bautizado con el prometedor nombre de metaverso.

Aunque Stephenson concibió el metaverso en su novela de 1992 Snow Crash, el neologismo utilizado ahora para designar a ese nuevo universo virtual alternativo lleno de personajes, mundos y elementos de sus licencias ha llegado para convertirse en una de las palabras de los próximos doce meses. La nueva criatura de Zuckerberg, tal y como él mismo explicó durante su presentación, es un espacio de interacción de máquinas, avatares idealizados y un nuevo mundo virtual donde arte, arquitectura, belleza y ficción se encuentran para socializar, comprar o hacer negocios.

Y todo ello, “por obra y gracia” de la realidad virtual y la realidad aumentada. “Zuckerberg llevaba meses hablando del metaverso, y Facebook lleva años invirtiendo cantidades astronómicas en desarrollar o comprar dispositivos y funcionalidades de realidad virtual”, asegura Ferran Lalueza, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), quien asegura que, según el responsable de Meta, este proyecto tardará todavía una década en materializarse.

De hecho, expertos como César Córcoles, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC, sostienen que todavía queda mucho camino por recorrer en cuanto a lo tecnológico. “Por un lado, las pantallas deben crecer en resolución y frecuencia de refresco. Por otro, los cascos deberían volverse más cómodos o, como mínimo, más ligeros, si queremos pasarnos con ellos varias horas al día”, señala el profesor. Y añade: “También tenemos que encontrar dispositivos que nos permitan interactuar mejor con los mundos de realidad virtual: los mandos de los que disponemos ahora, así como el reconocimiento de gestos, son más que suficientes para muchos usos, pero se quedan cortos si queremos que la tecnología se despliegue entre el público”.

Después de 17 años de followers y likes, los expertos aseguran que “como red social, Facebook ya es irrelevante para las nuevas generaciones”, opina Lalueza. Ahora bien, ¿eso significa que los miembros de esas “nuevas generaciones” serán los únicos que pasarán a ser usuarios del metaverso? ¿Se quedarán fuera los colectivos de más edad? Según Pierre Bourdin, profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC, “a algunas personas les costará más que a otras y seguramente sí se quedarán fuera. Pero, globalmente, será accesible a consumidores de todas las edades”.

Parece que la nueva plataforma no estará en funcionamiento hasta dentro de una década. ¿Este periodo es tiempo suficiente para vivir su implantación como una evolución natural de Facebook? Eso es lo que parece. Pero ¿qué hará posible el milagro? Los expertos vaticinan que la tecnología habilitadora de este mundo virtual no será 5G, sino que se implementará la futura 6G. Esta permitirá, a través de unas gafas de realidad virtual que den acceso a una infinidad de experiencias insospechadas, una alternativa que se abrirá camino en sectores como los videojuegos, el cine, la televisión, la moda, la música, la publicidad.

Sobre esta idea, el profesor Córcoles no está totalmente convencido de que el metaverso de Zuckerberg se llegue a materializar, ya que no sería la primera vez que se anuncia que en cinco o diez años la realidad virtual y aumentada van a conquistar nuestro día a día. “Esta vez podría ser la buena, pero quedan cuestiones importantes que resolver”, concluye.

Como en No mires arriba, el empresario tecnológico ya ha vendido el potencial democratizador y ecológico de su aún futurible proyecto para acercar experiencias a todo tipo de clases sociales, falta por ver como se regulará ese otro universo paralelo y las consecuencias que tendrá.

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