Miguel Poveda abre a Granada las puertas de su "centro neurálgico lorquiano"
El cantaor, junto a Agustín Barajas y Sergio Ávila, ha recuperado la casa de juventud del poeta, transformada en un espacio cultural
Miguel Poveda coloca este martes la placa del centro dedicado a Lorca en el centro de Granada

Granada/El número 50 es un inmueble más de los que conforman la Acera del Darro. Negocios en los bajos, algún aparato de aire acondicionado en los balcones,... nada hace pensar que en los bajos de ese edificio vivió Federico García Lorca durante cerca de una década. De hecho, ni siquiera Miguel Poveda lo sabía y ahora ha puesto en marcha el Centro Cultural Federico en Granada (CCFG), que este martes ha desvelado la placa que lo identifica como tal, ante una marea de gente que se ha concentrado a las puertas de lo que el cantaor ha definido como "centro neurálgico lorquiano".
El propio Poveda ha explicado la intrahistoria detrás de este centro. Fue durante una ruta que hizo por Granada, a donde acudió, como no podía ser de otra forma, para actuar en nombre de Lorca, cuando fotografío el cartel de "Se alquila" que había colgado en la fachada del inmueble. No fue, sin embargo, hasta varios días después cuando se dio cuenta de lo que significaba aquella fotografía de su móvil y decidió alquilarlo "antes de que se convirtiese en una peluquería", ha rememorado el catalán, que ha puntualizado entre risas que nada malo tienen estos negocios "que también está muy bien porque hay que arreglarse el pelo y todo eso".
Así, las cosas, Poveda se puso manos a la obra, junto a Agustín Barajas y Sergio Ávila, a levantar este proyecto que les ha supuesto seis meses de trabajo y que este martes se ha inaugurado como "una forma de rendir homenaje a nuestro amado poeta", ha asegurado el cantaor, para quien este nuevo edificio permitirá también que "el mundo ubique unos años hasta ahora confusos" de Federico y que se enmarcará dentro del mapa lorquiano de la ciudad.
Según dejó escrito Francisco García Lorca, hermano del poeta, esta fue la casa que más huella dejó en él, por tratarse del lugar donde vivió su juventud y experimentó por primera vez la ciudad como espacio de estímulo artístico. Recuperar ese lugar y convertirlo en centro cultural supone, en palabras de los promotores, "devolverle a Granada un pedazo de sí misma, reconstruir una memoria viva y accesible a vecinos y visitantes", según ha detallado el consistorio granadino en una nota de prensa, en la que destacan también que este tipo de iniciativas son clave en el camino hacia la candidatura de Granada como Capital Europea de la Cultura en 2031
El edificio, en la mencionada Acera del Darro, se enmarca en un lugar que, para la época que vivió Lorca se encontraba en plena efervescencia cultural, ha recordado Poveda, quien ha explicado que "él se trasladó a Granada con 11 años, siendo casi un adolescente y aquí empieza a responder a los estímulos de la ciudad", entre ellos el Rinconcillo, el ya desaparecido Teatro Cervantes, la plaza Mariana Pineda,.. todo ello convierte al inmueble que hoy acoge el CCFG en el centro "más lorquiano".
Un centro que, además, aspirar a estar "vivo", con una serie de actividades para destacar el legado del poeta. Entre esas actividades, aun por definir, Poveda adelantó que, siguiendo su propio ejemplo, se harán varias rutas para dar a conocer "Granada a través de los ojos de Federico".
Actualmente, en la propia web del centro se incluyen dos rutas, aun sin fecha: Siguiendo los pasos de Federico en Granada y Mujeres en la vida y obra de Federico, ambas con punto de inicio en Acera del Darro y que buscan conocer esa ciudad que marcó al poeta.
Juan Echanove: "Uno de los trabajos más importantes que he hecho en vida"
A falta de concretarse la agenda de actividades del Centro Cultural Federico en Granada, ya hay dos fijas. Por un lado, la que tuvo lugar en la noche del lunes en el Teatro Alhambra, donde se colocó otra placa para reconocer el papel que tuvo en el Concurso de Cante Jondo, impulsado por Lorca y Falla.
El siguiente ha tenido lugar esta tarde, en el Auditorio Caja Rural, donde Juan Echanove hará una lectura dramatizada de la conferencia Una ciudad que canta de noviembre a noviembre de García Lorca, acompañado por el maestro Joan Albert Amargós al piano y el propio Poveda, y que ha supuesto el epílogo del acto de esta mañana.
"Este es uno de los trabajos más importantes que he hecho en vida", ha explicado el actor madrileño, presente también en el descubrimiento de la placa, cuando ha reconocido sentirse "abrumado pero de forma gozosa" por lo vivido este martes.

Echanove ha concluido asegurando que "un país que no cuida su cultura, o está muerto o está moribundo. Y nosotros hacemos todo lo posible para demostrar que no estamos muertos".
"Un granadino ciego de nacimiento y ausente muchos años de la ciudad sabría la estación del año por lo que siente cantar en las calles", ha retomado, ya en la tarde el madrileño, poniendo voz a Lorca en el Auditorio Caja Rural (cuya Fundación patrocina el concierto), en sintonía con esa famosa frase de Francisco de Icaza.
Con la única compañía de Amargós, Echanove puso el broche de oro a la jornada con una conferencia de amor de Lorca a su ciudad y, a su vez, del actor hacia Lorca. "Granada está hecha para la música porque es una ciudad encerrada, una ciudad entre sierras donde la melodía es devuelta y limitada y retenida por paredes y rocas", han asegurado ambos en este concierto.
"Llevamos ya varios años reivindicando este lugar"
Cuando Poveda pasó por delante del edificio de Acera del Darro, no había más gente de la que puede haber cualquier día en esta céntrica calle; las actuaciones para transformar el bajo en el CCFG se hicieron también con cierto secretismo, "para no asustar a los vecinos", ha explicado este martes Poveda. Todo ello ha saltado por los aires esta mañana, cuando varias decenas de personas se concentraban a las puertas del inmueble, haciendo incluso necesaria la intervención policial para regular el tránsito.
Entre los asistentes había medios de comunicación, autoridades políticas y, claro, los 'vecinos' de Lorca. Una de ellas, que prefería no decir su nombre, se mostraba contenta con la puesta en marcha del centro, pues "llevaba varios años reivindicando el lugar" y siempre habían recibido negativas por parte de las instituciones, asegurando que la idea de que Lorca vivió ahí era una mentira.
Durante ese tiempo, prosiguen, el bajo estaba abandonado, aunque aseguran que bien cuidado, y por ahí pasaron numerosos negocios, hasta quedar vacío durante una temporada. Fue entonces cuando decidieron colgar el cartel de "Se alquila", confiados en que finalmente el paso de Lorca quedaría olvidado, pero casualidades de la vida, el cartel lo vio un Miguel Poveda que emprendió un camino que sacó ese pasado del olvido.
También te puede interesar
Lo último