los misterios del alma

Tras el éxito de 'Palmeras en la nieve', Luz Gabás publica una historia que mezcla la investigación de ejecuciones a brujas que se produjeron en el Alto Aragón con una trama romántica y espiritual

Braulio Ortiz

30 de marzo 2014 - 05:00

La sonada irrupción de Luz Gabás (Monzón, Huesca, 1968) en la literatura se produjo tras saldar una deuda sentimental. "Mi padre murió. Era un narrador fantástico, contaba historias fabulosas de Guinea, y cuando falleció pensé que toda esa información se iba a perder: esas plantaciones, cómo se secaba el cacao...", cuenta la autora sobre el origen de Palmeras en la nieve, que Gabás escribió con una acusada intuición. "Yo sentía que había miles de hijos de coloniales que querían ver plasmado ese mundo en un libro. Y la muerte de mi padre me hizo reflexionar: yo tenía una existencia cómoda, con mi trabajo en la universidad, y me planteé que la vida es muy corta y hay que hacer lo que uno desea. Y me puse a escribir", explica.

Aunque no hay muchas conexiones entre la narradora y la protagonista de su nueva novela, Regreso a tu piel (Planeta), Brianda también experimenta una sacudida interior que provoca que tome una decisión drástica. Un buen trabajo y un marido comprensivo no evitan unas terribles pesadillas y un constante, agotador, estado de ansiedad. "Necesitaba a alguien que teniéndolo todo no estuviese a gusto consigo misma. Ella no sabe por qué no está bien, y tiene que emprender un viaje y toparse con el pasado", adelanta Gabás, que en las páginas de Regreso a tu piel alterna dos épocas distintas. "El hecho de que se hable del presente y el pasado no es algo elegido al azar. Necesitaba un contexto en el que todo lo que se tenía por inamovible empieza a desmoronarse. La Brianda del pasado ve que empieza a resquebrajarse ese mundo de señores que conocía. Lo mismo le pasa a la Brianda del presente. En los momentos convulsos siempre se producen estos cambios, individuales y colectivos", opina la escritora.

Uno de los episodios históricos a los que se acerca la aragonesa es a la caza de brujas, pero su obra aporta un enfoque novedoso. "Siempre que pensamos en ejecuciones por brujería nos viene a la mente la palabra inquisición, pero resulta que el 90% de ellas, sobre todo en zonas como el Alto Aragón o Cataluña, fueron por tribunales seglares, por los concejos, por los propios municipios, por los antiguos ayuntamientos. Descubrir eso fue el punto de partida de mi historia. Pensé que si yo no lo sabía, que soy curiosa, habría mucha gente que tampoco conocería aquello", apunta, antes de precisar que "en Laspaúles se mataron a 24 mujeres en dos meses, cuando lo normal es que los juicios fueran esporádicos". La novela "tiene una parte muy espiritual. Parece que al centrarme en temas de brujería iba a meterme en historias de esoterismo, pero ésa no era la idea. Quería acabar con clichés, se sigue pensando en la típica bruja en escoba con la nariz ganchuda", observa sobre un libro que habla de regresiones hipnóticas y "que juega con el deseo de que ciertas cosas que creemos imposibles fueran posibles".

Gabás, que compagina la escritura con su cargo como alcaldesa de Benasque -"mis paisanos lo llevan con normalidad, es un sitio pequeño y entienden que tengo esta profesión como podía tener cualquier otra, hasta la oposición lo ve con cariño"-, comparte el entusiasmo que le despierta su última criatura. "Está mal que yo lo diga, pero Regreso a tu piel es una novela muy especial, con ella me he sentido más libre. Palmeras... era una especie de deber moral, en la que hacía un homenaje a todos aquellos como mi padre. Y ésta es más novelón decimonónico: he disfrutado de los personajes. Me gusta mimar a los secundarios, no quiero que sean de cartón-piedra". Y entre ellos, la autora señala el paisaje como uno más. "Ahora el mundo es más plural, pero la literatura inglesa ha explotado más la montaña, los parajes rurales, y eso se ha hecho menos en España", comenta.

La ilusión de Gabás no se limita a la presentación en sociedad de su nuevo libro: el director Fernando González Molina (Tres metros sobre el cielo) y el guionista Sergio G. Sánchez (El orfanato, Lo imposible) están detrás de la adaptación al cine de Palmeras en la nieve. "Pronto presentarán a nuevos actores, pero estará seguro Mario Casas, que dijo que sí desde el principio. Empiezan a rodar en verano entre Costa Rica y Canarias. A mí me emociona que sea una película y no una serie, me encanta el cine. Para el proyecto han contado conmigo desde el principio, algo que agradezco, porque no tenían que hacerlo".

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