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Adiós al gestor que puso el germen del Centro Cultural Manuel de Falla

  • Antonio Navarro Linares fue el primer director del Centro y figura clave en la cultura

Antonio Navarro Linares junto a Reynaldo Fernández Manzano en una imagen de archivo.

Antonio Navarro Linares junto a Reynaldo Fernández Manzano en una imagen de archivo. / R.G.

“La cultura ha sido lo más importante de mi vida”. En octubre de 2003, Antonio Navarro Linares (La Zubia, 1925) donó un notable fondo de discos de pizarra y de programas de actividades culturales y musicales adquiridos durante sus 20 años al frente del Centro Cultural Manuel de Galla al Centro de Documentación Musical de Andalucía, entonces dirigido por Reynaldo Fernández Manzano. Navarro Linares aprovechó aquel el acto para reivindicar cuál había sido su motor vital, la cultura. Antonio Navarro Linares, fallecido el pasado miércoles en Granada.

Fue el primer director del Centro Cultural Manuel de Falla. Ocupó el cargo desde 1978 a 1998. Elena García de Paredes, gerente de la Fundación Archivo Manuel de Falla, recuerda que sus padres, José María García de Paredes e Isabel de Falla, pensaron que la persona idónea para capitanear aquel centro debía tener un “perfil internacional” y capacidad de gestión. Lo encontraron en Navarro Linares, que en aquel entonces era secretario en la Real Academia de España en Roma. Era, además, granadino, lo que su propuesta suponía volver a su tierra.

Además de en Granada, desarrolló su formación en París y Roma

Cuando llegó, recuerda Elena García de Paredes, el centro estaba “vacío de contenido”. Todo por hacer. Navarro Linares y su equipo – “único”, según lo definió el propio Navarro Linares– asumieron las dificultades y se marcaron objetivos ambiciosos. “Creó un público, un público muy estable”, rememora García de Paredes. En aquellos comienzos no existía la programación de la que hoy puede presumir el centro, ni la Orquesta Ciudad de Granada (OCG). Él hizo posible que “fuera habitual” ir al Auditorio Manuel Falla.

El actual director del centro, José Luis Carmona, destaca la “ilusión” con la que su antecesor acometió su tarea. “Era un momento muy distinto al actual”, rememora Carmona, que insiste en el carácter “trabajador” y detallista de Navarro Linares, quien siempre “velaba” por los intereses del centro. En los últimos tiempos se había retirado de la vida cultural. Lo avanzado de su edad le impidió asistir al acto conmemorativo de los 40 años del Auditorio, celebrado el pasado 2018.

Laura Ollero, coordinadora de producción y mantenimiento del Falla, insiste en que Navarro Linares era una persona “consecuente, preparada y valiente”, e incide en su formación y talento. Su prestigio y contactos permitieron que llegaran a Granada agrupaciones y solistas “de calidad reconocida” que colocaron al Manuel de Falla –y su acústica– en el mapa cultural internacional. Fue “germen y alma”, indica Ollero, del Auditorio. “Él lo llevó por el mundo”.

Consiguió durante su dirección un público estable para la programación del Falla

Además de gestor cultural, Antonio Navarro Linares tuvo una sólida formación cinematográfica. Fue maquinista en el desaparecido Cine Goya de la calle Puentezuelas. Tras estudiar Filosofía y Letras en la Universidad de Granada, y Arte Contemporáneo y Fotografía Artística en la Escuela de Artes y Oficios de la misma ciudad, ingresó en la primera promoción del Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas (IIEC), donde compartió estudios con Juan Antonio Bardem y Luis García Berlanga. Navarro Linares sería posteriormente becado en París y Roma. Allí completó su formación en el Centro Sperimentale di Cinematografia, trabajando como ayudante de dirección o coguionista de Augusto Gennina, Luigi Zampa y Vittorio de Sica, entre otros grandes cineastas italianos.

También trabajó con actrices como Silvana Mangano y Anna Magnani. A su faceta cinematográfica habría que añadir, a partir de la década de los sesenta, el trabajo como gestor cultural. Fue secretario de la Real Academia de España en Roma durante casi quince años. Sus últimos años de actividad profesional transcurrieron en su Granada natal, como director del Centro Cultural Manuel de Falla.

En 2015 se presentó el libro DVD El Greco, 1952, sobre el documental filmado por el granadino y perdido durante 50 años. El libro que analiza la obra sitúa el trabajo de Navarro Linares en el marco de los “grandes documentales artísticos realizados en Europa” en aquellos años. El corto El Greco fue estrenado en 1952 y se proyectó en festivales como los de Edimburgo, Sao Paulo, Roma o Venecia, entre otros, según se informó en el momento de la presentación del libro en Granada.

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