Achinoam Nini, más conocida por Noa a pesar de haber firmado también algunos de sus álbumes con su verdadero nombre, es sin duda la más conocida a nivel mundial de las artistas israelíes y una estrella internacional que ha actuado en los más prestigiosos escenarios del mundo compartiendo protagonismo con los más grandes nombres del rock, del pop o incluso del jazz o la música sinfónica. Nacida en Tel-Aviv en 1969 en una familia de origen yemení, se formó musicalmente en Nueva York, aunque a los 17 años decidió establecerse en Israel, país donde realizó su servicio militar obligatorio, se casó y al que ha representado por todo el mundo, incluyendo su participación en el Festival de Eurovisión de 2009. Influida por los cantautores intimistas de los sesenta y setenta -siempre se nombra a Joni Mitchell, Paul Simon o Leonard Cohen-, Noa ha grabado sus composiciones fundamentalmente en inglés, pero también en hebreo, en francés, en árabe, en italiano, hindú, tailandés, yemení y español. Políticamente se ha significado a favor del diálogo y es partidaria de una solución que pase por la creación de dos estados en el conflicto entre israelíes y palestinos, una postura que no siempre ha sido bien recibida en su propio país. En 2003 fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad de la FAO, y esta noche presentará en la explanada del pabellón de Deportes de Salobreña, como colofón a la 25ª edición del Festival Tendencias, su último álbum Love Medicine (Universal, 2015). Antes de subir al escenario, nos concede unos minutos para hablar del disco y de otras cuestiones.

-Usted apela con el título del nuevo disco a las cualidades curativas de la música, lo que Van Morrison llama 'The Healing Game'…

-En el transcurso de mis veintiséis años de carrera he visto infinidad de ejemplos de las cualidades curativas de la música, gente que ha venido a mí con gratitud y emoción, contándome cómo nuestra música les ha ayudado a superar la enfermedad, la pérdida, la tragedia, el desamor, la crisis y toda una variedad de condiciones humanas cambiantes, y asimismo cómo ha realzado y mejorado sus momentos de alegría, del primer amor, del nacimiento de un niño… y así podríamos seguir.

-En él encontramos varias interesantes colaboraciones. Empecemos por la que nos queda más cercana, que es la de Joaquín Sabina. ¿Cómo surgió? ¿Se conocían ya?

-Pues fue Serrat quien me presentó a Joaquín durante el concierto que dieron juntos en Israel, y digamos que tuvimos un amor a primera vista. Tras encontrarme con él en su casa de Madrid, escribí una canción para él, luego él la tradujo, y finalmente la grabamos juntos para este Love Medicine. Desde entonces hemos estado en contacto, hemos tocado juntos, hemos quedado y nos hemos sentido muy cerca el uno del otro. Admiro a Joaquín enormemente.

-Una relación que parece irrompible es la que mantiene con Gil Dor, el músico y compositor que ha sido su mano derecha desde los inicios de su carrera.

-Gil es un genio, y musicalmente capaz de hacer cualquier cosa, un gran pensador y filósofo, un hombre de detalles, un perfeccionista, sensible, generoso, un gran colaborador y amigo. Nuestra relación es poco común y maravillosa en todos los sentidos y yo me siento muy afortunada de haberlo encontrado. Por cierto, estoy casada con el que fue mi primer amor desde los quince años, el doctor Asher Barak… de modo que supongo que soy mujer de relaciones y compromisos de largo recorrido.

-Por terminar con las colaboraciones, además de Gilberto Gil, que ha producido el disco, ha repetido con Pat Metheny por primera vez desde 1994, cuando publicó su primer álbum internacional. ¿Es así?

-He compartido escenario con Pat muchas veces a lo largo de los años pero realmente nunca hemos creado algo juntos, ni siquiera cuando fue el productor de mi primer álbum. La canción Eternity and Beauty es nuestra primera colaboración, en realidad.

-¿Qué formación presentará en su concierto en Tendencias? ¿Piensa darle continuidad al encuentro con The Solis String Quartet, el grupo napolitano con el que ha trabajado en los dos anteriores?

-Mantengo mi amistad con el Solis Quartet y ocasionalmente seguimos tocando juntos, pero durante los dos últimos años he tenido una banda sensacional, formada por Gil Dor a la guitarra, el maravilloso Gadi Seri en la percusión, y el brillantísmo Adam Ben en el contrabajo. Yo me ocupo de la percusión y la batería y Gil, por supuesto, toca la guitarra y ejerce de director musical. Creo que es la mejor banda que he tenido nunca.

-¿Tiene ya planeado cual será el siguiente paso, otro disco en inglés, en hebreo tal vez?

-Estoy ya trabajando en mi próximo proyecto, que tiene que ver con la música y la paz, un ambicioso proyecto, pero que debo mantener en la confidencialidad por el momento.

-Usted fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad por la ONU. Habiendo recorrido tantos y tan diversos países, ¿cómo le hace sentirse?

-Es un honor, desde luego. Recientemente he estado intentando contactar con algunas empresas israelíes que trabajan desarrollando nuevas tecnologías de irrigación y agricultura y que tienen un compromiso social, para su desarrollo en ciertos países a través de la FAO.

-Para finalizar, ¿cuál es su visión del conflicto que en tantos años nadie ha sabido resolver entre israelíes y palestinos?

-Se resolverá, estoy segura. Ha de resolverse. Ray Kurzweil [escritor y científico norteamericano] dice que vivimos una época de singularidad: la increíble, exponencial acumulación de información y acontecimientos hacen las predicciones absolutamente imposibles. Una mariposa mueve sus alas en Brasil… y la paz llega a Oriente Medio. Nosotros, la gente de la Tierra, debemos trabajar tenaz, apasionada, paciente e incansablemente para crear las condiciones para la coexistencia. El respeto y el entendimiento enttre todos son necesarios para dar la bienvenida a la paz cuando ésta llegue.