La música se sube al bus
Los Ambulantes del Festival, siete músicos de formación clásica, anunciaron ayer en distintas líneas de los autobuses urbanos que mañana miércoles comienza la venta de entradas a través de internet
Escuchar jazz, clásico o pasodobles en un autobús urbano no es nada habitual. Hacerlo en directo, mucho menos. El Festival de Música y Danza puso hace unos años en marcha una curiosa iniciativa para anunciar su comienzo a través del Festival de Extensión (FEX), cuyo principal objetivo es acercar la música a las calles de Granada. Llamaron a esos músicos Ambulantes y los montaron en líneas de autobuses acostumbradas al típico ronrroneo del motor y la conversación ajena. Ayer se adelantaron a la fecha habitual a comienzos de junio para avisar que mañana miércoles comienza la venta de entradas del Festival por internet.
Un total de siete músicos sorprendieron ayer a los viajeros. Totó Fabris (saxofón), Joaquín Sánchez Gil (clarinete), Elisabeth Sola (trompa), Hugolino Navarro (trompeta), Tomás Redondo (clarinete), Nemesio García (gaita) y Javier Ginés (trompa) tocaron breves piezas musicales de un repertorio que abarcaba desde la música clásica a canciones populares.
Elisabeth Sola, que repite por cuarto año en los Músicos Ambulantes, explica que la reacción del público varía entre el asombro generalizado o el típico "cállate que tengo la cabeza loca" de la gente que acaba de salir de su trabajo. Cuenta Sola que este último caso es el que menos se repite. "La mayoría de la gente te mira extrañada y te pregunta por el instrumento".
Sola, que ya se ha licenciado en el Real Conservatorio Superior de Música Victoria Eugenia y conoce al resto de sus compañeros, toca bandas sonoras, pasodobles y temas populares. Los más solicitados, la música de Titanic y el conocidísimo Paquito el Chocolatero.
Ayer se subió a las líneas 7, 9, 13 y 33 de diez de la mañana a dos de la tarde para hacer el viaje más llevadero a un público que la mayoría de las veces aplaude o incluso se une a su interpretación. La iniciativa pretende transmitir la sensación a la ciudad de que el Festival está en puertas, a través de breves pinceladas musicales, procurando con esta original actividad que los ciudadanos encuentren la música en un espacio tan cotidiano como el autobús.
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