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"Los músicos clásicos tenemos que volver a ser gente normal"

Ara Malikian ofrecerá esta tarde en el Teatro Alhambra el primero de sus conciertos de Mis primeras cuatro estaciones (19:30 horas), una obra con la que pretende contagiar a los más pequeños de su amor por la música clásica. El músico no concibe separar su personalidad de su pasión. "La música es mi vida. Sólo espero no perder nunca la ilusión y la motivación por ella".

-Los niños se han convertido en un público muy especial para usted. ¿Qué les ofrecerá en 'Mis primeras cuatro estaciones'?

-Es un concierto donde espero despertar su amor por la música. Que se interesen por la música clásica y que cambien de opinión respecto a ella: no es aburrida. Y si alguno después del espectáculo se anima a tocar un instrumento, mejor...

-Que sean niños no significa que no sean exigentes...

-Es muy bonito tocar para ellos pero es un público muy honesto. O les gusta o no les gusta. Ya no me dan miedo, pero reconozco que antes sí. Lo primero que tuve que aprender es que cuando actúo para los niños no cambio mi interpretación. Ellos aprecian cuando les tratas como a seres mayores.

-Usted mismo comenzó siendo muy pequeño a tocar el violín.

-Mi padre era violinista así que me regaló un violín y ahí se quedó. Todavía lo guardo, aunque ya es inservible.

-Tendrá muchos ...

-Tengo bastantes pero sólo utilizo uno.

-Y ése que utiliza, ¿qué significa para usted?

-Es un trozo de madera que me ayuda a trasmitir las cosas musicalmente. Tampoco soy una persona que ponga nombre a un instrumento o le empiece a hablar. Pienso que el violín es un instrumento hermoso que a lo largo de los siglos ha ido creciendo, modernizándose, y ya hoy día permite hacer muchas cosas con la música. A mí me permite expresar lo que quiero.

-Demuestra lo mucho que disfruta de la música clásica.

-No sé por qué está considerada como algo serio o estirado. Precisamente pensar así es lo que espanta a los jóvenes. Yo soy un violinista clásico pero no por serlo tengo que comportarme de un modo diferente a como soy. Quiero ser yo y también violinista clásico, no creo que sean dos cosas incompatibles. No creo que tenga que ser más serio, más estirado ni más arrogante. Los tiempos han cambiado y los músicos clásicos tenemos que volver a ser gente normal.

-Se puede tocar el violín con vaqueros...

-Absolutamente, con cualquier cosa. Se puede tocar el violín con bañador incluso. No importa lo que te pongas sino trasmitir la música.

-¿Qué es lo más raro que ha tocado?

-He tocado tantas cosas... Creo que lo más extraño que he hecho ha sido tocar el violín colgado de un edificio de quince plantas, creo que ése fue el momento más extraño donde he tocado.

- Y ¿cómo surgió?

-Acepté hacer este experimento porque me lo pidió una compañía que se dedicaba a hacer danza sobre los edificios y eran amigos míos. Me preguntaron si quería acompañarles y me encantó.

-Le preguntaba lo de las rarezas porque he escuchado que hay una versión suya en el Youtube del Macarena.

-Eso fue hace mucho... La toqué un poco de broma también. Por qué no, eso demuestra que con el violín se puede hacer de todo.

-Su repertorio, sin embargo, bebe de los clásicos. Si tuviera que elegir a uno, ¿con qué compositor se quedaría?

-Hay muchos pero quizás el compositor que más nos ha influido a todos los músicos de todos los tiempos y de todos los géneros es Bach. Si él no hubiera existido la música sería diferente.

-Pero se atreve con todo.

-Como músico creo que es casi obligatorio tocar a todos los compositores, conocidos y desconocidos.

-Esa inquietud musical también la pone en práctica en su vida. Desde sus raíces armenias a su interés por otras músicas como el flamenco, el tango, la música oriental...

-He tenido la suerte de vivir en muchos sitios. Me considero afortunado porque he aprendido mucho de los lugares en los que he vivido hablando con su gente, en su idioma, y asimilando su cultura. Me ha permitido aprender de una manera más fácil otros géneros. Descubrir otros mundos y otras culturas es lo que más me enriquece.

-¿Cuál es la riqueza de la música clásica?

-La música clásica es por sí misma hermosa. No necesita ayuda para llegar a la gente. Lo que tenemos que hacer es perderle el miedo. Romper esa barrera que hay entre artista y oyente. No hay que ser un entendido para disfrutar la música clásica. Hay que cambiar el chip y ya está.

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