Es cantante de la tierra por partida doble, aunque Rosa de España lejos de lucir un look genuinamente español, parece una de las grandes divas de la música afroamericana. La delatan, sin embargo, su blanca piel y ese acento autóctono suavizado con los años. Si bien es cierto que su nuevo estilo es, como dicen los medios, "explosivo y salvaje", la cantante granadina no deja de tener ese halo de sencillez y humildad que la caracterizaba años atrás, cuando se ganó el cariño del público en la exitosa primera edición de Operación Triunfo. Más de una década después, y con muchas vivencias a sus espaldas, Rosa regresó la tarde de ayer a su Granada natal para acudir a la firma del que es su séptimo trabajo, titulado como ella, Rosa López, en El Corte Inglés del Genil.

La cantante llegó pasados unos minutos de las siete de la tardearropada por la expectación de las centenares de personas  agolpadas en la cola para ver a su artista favorita, que llegó agobiada por el ritmo del día pero ilusionada de estar en su tierra. "Conforme veía los olivos, más contenta estaba", señaló la artista a su llegada.

Entre sus seguidores, mucha diversidad. Hombres y mujeres maduros, pero también quinceañeros cuya memoria apenas le debe alcanzar para recordar su paso por Operación Triunfo. Fue el caso de Pablo y Miguel, dos gemelos de diecisiete años que achacaban a "la abuela Mariana" ser la iniciadora en su fanatismo por la cantante; de María Angustias, una profesora de danza y madre de familia que llegó a reconocer que su afición por Rosa le llevó en alguna ocasión a cometer algún descuido culinario esa misma mañana; o de las amigas Carolina e Inés, que dieron vueltas por Granada desde su llegada procedente de Motril a las diez de la mañana.

El disco lleva por título el nombre de la artista "por tratarse de una nueva etapa" y por "tomar parte de forma íntegra del trabajo final", explicó la cantante. Un trabajo que fue número uno en descargas en iTunes durante su primer día que se lanzó al mercado digital y que actualmente ocupa el cuarto puesto en las listas musicales de los más vendidos.

El primer sencillo de Rosa López es un homenaje que ha querido hacer a la figura de la cantante Mari Trini mediante la versión de una de sus temas más célebres, Yo no soy ésa . " He querido acercar a las nuevas generaciones lo bueno de antes", declaró la artista granadina. El clásico del 71 reaparece actualizado con nuevos arreglos que lo dotan de un toque moderno. María Angustias, asistente a la firma, recordó a Mari Trini como una de sus artistas favoritas, aunque si tiene que elegir se queda con la nueva versión. " Rosa le importa viveza al tema por su voz y fuerza", afirmó.

La cantante granadina ha participado actívamente en la composición de este nuevo álbum, escribiendo y produciendo Amor amargo, uno de los once temas del disco, en el que "se produce un equilibrio entre el dance y la balada", tal y como opinaron los jóvenes hermanos Pablo y Miguel, que llegaron a la firma desde Albolote para ver a la que consideraron " una de las artistas más diferente en el panorama musical".

Muy comentado fue el look que lució la artista, una iniciativa propia según contó su representante, Pedro Cervera. A las dos amigas de Motril les encanta porque consideran que va "en consonancia con lo movido de este disco" .

Con independencia de sus cambios, la nobleza y sencillez se mantuvieron inmóvil en la artista y ayer el mensaje de sus fans fue rotundo: es la misma de siempre pero sin complejos y con fuerza.