“Explicaré el misterio, pero no el secreto”. El artista Frederic Amat dejó en el aire lo que este viernes, a partir de las 22:00 horas, ocupará todo el espacio central del Palacio de Carlos V. Le nozze de Fígaro, la ópera bufa en cuatro actos de Wolfgang Amadeus Mozart con libreto de otro “genio”, Lorenzo da Ponte, se representa esta noche dentro del programa del Festival Internacional de Música yDanza de Granada. Esta mañana, en la presentación, se dieron algunas claves de la ópera, que se presentará en versión semiescenificada con la dirección musical de René Jacobs y la Freiburguer Barockchester, que regresa al Festival siete años después, tal y como recordó el director del Festival, Pablo Heras-Casado.

La representación de Bonn “fue una revelación” para Frederic Amat

“La ópera vuelve por la puerta grande”, indicó Heras-Casado, que insistió una vez más en que el Festival tiene como meta ser un “festival de las artes y sentidos” y en ese camino se pretende dar espacio a “todas las disciplinas”. Le nozze se presenta en Granada desvestida de su carácter jocoso y reivindicada como una obra de “crítica social”, lo que entronca la obra de Mozart con El sombrero de tres picos. “No es un ballet costumbrista, complaciente, es un ballet de provocación”, señaló Heras-Casado sobre la obra, de la que ahora se conmemora su primer centenario y que fue fruto del trabajo de Falla, Massine y Picasso.

El Conde, personaje de Le nozze, “es ridiculizado”. Se ceba en él la crítica al Antiguo Régimen. René Jacobs insistió en este punto. Se arremete contra todo lo establecido, pero con el punto de prudencia al que obliga estar dentro del sistema y la censura.

Jacobs, que manifestó sentirse “muy feliz” ante la representación de la ópera, recordó que la obra en la que se inspira -del tercer "genio", Beaumarchais-, fue prohibida en Viena. “Se necesita a alguien tan arriesgado como fue Mozart para llevar a Viena una ópera tan provocativa”. Para suavizar el contenido Mozart decidió trasladar la acción a Sevilla, tan lejana y exótica para aquellos oídos centroeuropeos.

“Había un gran monólogo de Fígaro en el que se atacaba a todo el mundo. La primera, su mujer, porque cree que le está engañando. Y luego también al rey, a la justicia, al Antiguo Régimen, a la Iglesia...”. Aquello, evidentemente, no salió. Mozart optó por recortar el monólogo.Sólo se criticó a la mujer. Pero añadió al final de cada frase una significativa coletilla. “Il resto nol dico, Già ognuno lo sa”. El resto no lo digo. Ya cada uno lo sabe.

'Le nozze' se reivindica como una crítica social, al igual que 'El sombrero de tres picos'

Jacobs también recalcó la importancia que la presencia de la orquesta tendrá. Los intérpretes podrán rodearlo, estar dentro, esconderse... Ese juego con la Orquesta quedará subrayado gracias a que el texto se podrá seguir por parte del público.Frederic Amat recordó que en un viaje a la ciudad alemana de Bonn tuvo la oportunidad de ver esta misma ópera en la basílica. “Y fue una maravilla”. “Era la gran expresión de la música. Fue una revelación”.

La mañana siguiente a aquella representación se comenzó a gestar lo que ahora llega al Carlos V. El espacio marcará de forma clara lo que verá el espectador. “Hay una voluntad de llevar la visión de la celosía, ese elemento tan arabesco, al Carlos V”. Amat juega con ese elemento –entre lo arquitectónico y lo decorativo– en una ópera que se desarrolla a lo largo de una única jornada y que juega con los enredos entre las parejas –las protagonistas y las que conforman el segundo plano– para transfigurar el espacio central del Palacio.

“No es una celosía a escala doméstica, sino arquitectónica, la que está en la Vega de Granada, en los secaderos de tabaco”, apuntó Amat. Pocos detalles más dio el artista sobre lo que se verá en el escenario en dos pases. El segundo, el domingo a las 22:00 horas en el Carlos V. “No ha habido una escenografía, sino que es una gran apuesta en el espacio. ¿Qué espacio? El espacio de la música”, zanjó Amat sobre su aportación a Le nozze.

Heras-Casado, por su parte, incidió en que es “un honor” tener en Granada a la orquesta de Friburgo, que regresa al Festival tras siete años. “No pueden ser mejores, y lo digo sin apasionamiento”. Sobre el papel de los músicos, apuntó –en la misma línea que Jacobs– que la orquesta es un “personaje más”.

Héctor Eliel Márquez dirige el Coro de la Orquesta Ciudad de Granada. Arttu Kataja es el Conde; Sophie Karthäuser, la Condesa; Sunhae Im, Susanna; Robert Gleadow, Fígaro; Olivia Vermeulen, el impetuoso Cherubino; Salomé Haller, Marcellina; Thomas Walker en el doble papel de DonCurzio y Basilio; Marcos Fink, como Bartolo y Antonio; y Mirella Hagen, Barbarina.