El otoño musical de Barry Sargent

La OCG, enuna foto de archivo.
La OCG, enuna foto de archivo.
Gonzalo Roldán Herencia

23 de octubre 2011 - 05:00

Programa: Johann Christian Bach, Sinfonía en Mi bemol mayor op. 9 núm. 2, W. C18 y Sinfonía en Re mayor opo. 18 núm. 6, WC1; Jan Krtitel Vanhal, Concierto para contrabajo y orquesta de cámara en Re mayor; Miguel López, Lleno II para cuerdas y continuo en sol menor; Carl Philipp Emanuel Bach, Sinfonía en Do mayor H: 659.Orquesta Ciudad de Granada. Director: Barry Sargent. Solista: Stephan Buck (contrabajo). Lugar y fecha: Auditorio Manuel de Falla, 21 de octubre de 2011.

El segundo y último concierto de otoño de la Orquesta Ciudad de Granada parece haber traído por fin el frío y la lluvia a nuestra ciudad, aunque también trajo desde Sevilla los nuevos aires en interpretación de la música barroca de Barry Sargent. Este director lleva dieciséis años al frente de la Orquesta Barroca de Sevilla, que ayudó a fundar, y con la que ha obtenido el reconocimiento internacional del público y la crítica discográfica.

Al frente de Barry Sargent nuestra orquesta se convirtió, por unas horas, en una formación de cámara barroca, demostrando una vez más su versatilidad para adaptarse e distintos repertorios y estilos. Para su visita a Granada Sargent decidió presentarnos un programa representativo de lo que fue la sinfonía durante el último barroco, verdadero germen de la sinfonía clásica que un par de décadas más tarde Mozart o Haydn elevarían al parnaso de los géneros orquestales.

La primera obra fue una sinfonía de Johann Christian Bach, el Bach de Londres. Hijo menor del genial Johann Sebastian, fue quizás quien más se alejó de los principios estéticos de su padre para anticipar el clasicismo musical a través de su producción y de su docencia. Barry Sargent acometió con buen criterio y mejor gusto la interpretación de la Sinfonía en Mi bemol mayor op. 9 núm. 2, formada tan sólo tres movimientos. El trabajo con las cuerdas fue delicado y de gran fineza interpretativa.

Le siguió en orden una de las grandes sorpresas de la noche: el poco conocido Concierto para contrabajo y orquesta de Jan Krtitel Vanhal. Si bien es verdad que estamos poco acostumbrados a ver al contrabajo como solista, lo cierto es que se trata de un instrumento muy versátil, cuyo registro agudo resulta sorprendente cuando se sabe aprovechar. Tal es el caso de esta partitura, a la que Stephan Buck le sacó el máximo partido. Con intervenciones muy cuidadas y una musicalidad a la altura de la obra, el contrabajo solista cantó y varió los temas que la orquesta le ofrecía, en una clara estructura de alternancias propia del concierto barroco.

La segunda parte se abrió con el arreglo que Xavier Astor hizo del Lleno II de Miguel López, originalmente escrito para órgano y adaptado para orquesta de cuerdas y continuo. Con un lenguaje más arcaico, propio de un barroco contrapuntístico anterior al de las demás obras del concierto, esta pequeña pieza sorprendió por la calidad del arreglo y por ser una muestra de la riqueza musical que esconde el barroco español, aún por descubrir.

El concierto se cerró con sendas sinfonías de Carl Philipp Emanuel Bach y Johann Christian Bach. Sargent volvió a acertar con el trabajo de las cuerdas, contrastando con estas dos obras dos tendencias estéticas de la primera mitad del siglo XVIII tan diferentes como la germana y la inglesa, pese a haber brotado de la pluma de dos hermanos de sangre educados en la misma tradición. La primera, en Do mayor, explora los contrastes expresivos a través del timbre y la dinámica, mientras que la segunda en Re mayor se preocupa más del equilibrio y la forma, aproximándose ya al clasicismo incipiente. Con esta lección de estilo y buena interpretación Barry Sargent nos ofreció su particular visión musical para un otoño granadino.

stats