Paul Thin se convierte en profeta en su tierra y celebra el fin de gira en la Copera
El artista cerró el 'Reboot Tour' en Granada, aunque aseguró que era solo el principio de todo lo que está por llegar
Paul Thin lanza 'Reboot': "Creo que el mundo de la música es complicado por lo alta que puede ser la caída"
Al cantar se encienden los focos. Las butacas empieza' a aplaudir. Las voces están vitoreando. Mientra espero a que se cierre el telón... empieza a entonar Paul Thin (Armilla, 2002) nada más salir a escena. Es el principio del fin de una gira que le ha llevado a recorrer más de una decena de salas por toda la geografía española y que, con algo de Vértigo, como dice una de sus canciones, cierra "en casa", rodeado de los suyos y ante una sala, la mítica Industrial Copera de La Zubia, que comienza a rugir con los primeros pasos del granadino sobre el escenario.
Algo más de una hora y veinte de concierto en los que el granadino ha dado todo de sí en señal de agradecimiento de todos los que aguardaban desde horas antes en las inmediaciones de la sala para conseguir el mejor sitio posible, pese al buen chaparrón que caía instantes antes, y que han valido para que todos los presentes se 'dejasen la voz' cantando a viva voz y quemasen suela de zapato con los saltos.
Nada más salir a escena Vértigo, Alondra y Tuyo . "Buenas noches Granada. Que ganas tenía del día de hoy, que ganas tenía de venir y actuar en casa", comenzaba diciendo para acto seguido explicar, por si había algún despistado en la sala que él es de "Graná". "Soy de aquí al lado, de Armilla. Para mí era muy importante, ya que la gira tenía que acabar en algún sitio, que lo hiciese en casa. A 15 minutos de aquí compuse mis primeros temas, mis primeras canciones y estuve con mi primer productor. Por eso habrá que hablar de los inicios".
Acto seguido empiezan a sonar los primeros acordes de una canción bien conocida por sus seguidores, La Camarera, con la que los asistentes han empezado a gritar y cantar con ganas, para pasar a Lola, otra de sus canciones anteriores al álbum.
Una a una, Thin ha ido recorriendo sus canciones. Desde Mi corazón, El diablo se viste de mi a Brisa. Todo ello con la estética que le acompaña desde el principio de la aventura: un mundo robótico, con prótesis en la cara que le hacen centellear al final del espectáculo, y sus bailarines que se van transformando a lo largo del show conforme van recorriendo las distintas emociones que se transitan por el disco.
"Todos los conciertos que hago, acaba lloviendo en esa ciudad", reconoce bromeando en un momento dado el granadino, en referencia a la que ha caído poco antes fuera. "Quiero tirar una lanza a mi favor, llevo dos semanas en Granada y solo ha llovido hoy, así que eso significa que alguien de mi equipo ha traído la lluvia", aseguraba mientras afinaba la guitarra.
Después llegó el turno de Brisa, sobre la que Paul Thin también se abrió al público. "De las tres canciones que escribí aquí, Brisa fue la última, aunque fue la segunda que saqué y fue la que menos tardé en componer. Como mucho ya sabréis La Camarera y Lola las compuse en Twitch. Brisa nació de la misma manera pero en solo media hora. En el estudio pasó algo parecido con la letra pero no con la música de la siguiente canción. Sigue el hilo, pero es importante porque no solo habla del amor, habla también de la vida...", dando paso de esta forma a Fiebre del oro.
Después llegarían Volverás a llamar y Reboot. El concierto fue toda una montaña rusa de sensaciones con altibajos emocionales provocados por el propio artistas, ya que como el mismo reconoció: "me gusta que estemos arriba y abajo, arriba y abajo, así que ahora nos vamos a poner a bailar con No es la mía". Y sin más, dicho y hecho. El público volvió a enloquecer en la Copera.
Uno de los momentos de la noche llegó tras Descanso, la canción que el artista le compuso a una de sus abuelas y a la fe, y es que su otra abuela estaba en la sala junto a familiares de Paul siguiendo de cerca los primeros pasos que da en el largo camino que le queda por delante en la industria, y el de Granada no fue más que un ejemplo.
"Hace un rato hablamos de comienzos. Hace año y medio me mudé y en esa casa nacieron canciones nuevas y el concepto de reinicio", apuntó en la recta final del espectáculo junto antes de empezar a sonar Dónde para volver a poner al público a saltar en la Copera. Y terminó con Luz y Quién.
Pero este no es realmente el final. El granadino pone punto y final a su gira por salas para dar paso a una época más veraniega y llena de festivales, mientras lo sigue compaginando con sus aficiones, y trabajo de estudio para lo que está por venir.
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