Festival de Guitarra

El Maestro Pepe Romero triunfa junto a una extraordinaria Sinfónica de Annapolis

  • Pepe Romero deleita al público granadino, que motivó con sus aplausos a los artistas a que ofrecieran varios regalos, en el Festival de Guitarra junto a la Sinfónica de Annapolis 

El Maestro Pepe Romero junto a la Orquesta Sinfónica de Annapolis

El Maestro Pepe Romero junto a la Orquesta Sinfónica de Annapolis

El patio de butacas es el principal termómetro para medir el éxito del espectáculo. Atendiendo esteparámetro el concierto celebrado en el Auditorio Manuel de Falla por Pepe Romero y la Orquesta Sinfónica de Annapolis fue apoteósico. Los asistentes aplaudían con entusiasmo cada uno de las intervenciones de los artistas.

La formación de EEUU actuaba por primera vez en Granada, donde no es usual la presencia de formacionesdel otro lado del Atlántico y se puede afirmar que pasó la prueba con matrícula de honor, bajo la batuta de José Luis Novo. Se podría afirmar que los músicos de Maryland están a la altura de las mejores formaciones europeas. El colorido y la belleza de la primera obra que se interpretó, Chapultepec de Manuel María Ponce, mostró lo mejor del nacionalismo musical mexicano. La partitura precisa de una plantilla exigente y los más de 70 profesores de la Sinfónica de Annapolis lograron una precisa interpretación.

Pepe Romero: el Maestro

La presencia de Pepe Romero en el escenario lo transforma todo. A su indudable nivel artístico, une su sonrisa, el aparentar que todo es mucho más fácil de lo que en realidad resulta. Los profesores lo acogen con el entusiasmo de quienes saben que están ante un mito y el público pronto queda atrapado por el magnetismo de su guitarra que además suena sin precisar ningún tipo de amplificación, algo inusual en nuestro tiempo, pero que el cultiva para ofrecernos un sonido absolutamente genuino. La primera audición en España de Sones de la guitarra, de Joaquín Rodrigo, argumento central de la gira que ha culminado en Granada, puso de manifiesto su capacidad para transcribir obras escritas para otro instrumento, en este caso el arpa, muy en la línea del camino que emprendió Andrés Segovia y que tanto ha otorgado al mundo de las seis cuerdas. Es una composición bellísima, con más misterio en su primer movimiento y mayor relevancia colorista en la segundo.

El concierto de Aranjuez

Como colofón a su actuación, el momento probablemente más esperado de la noche, el Conciertode Aranjuez, obra que catapultó a la fama y con justicia al Maestro Rodrigo. Lejos de asistir a una interpretación rutinaria, daba la sensación de que orquesta y solista, mostraban por primera vez una partitura donde la melancolía y la alegría se alternan, con pasajes complicadísimo como los solos del corno inglés, que precisan de una expresividad especial y algunos pentagramas para la guitarra, donde es necesario un dominio extraordinario del instrumento. Se agotan los adjetivos para definir el caudal de belleza que ayer llenó el Auditorio Manuel de Falla. Como regalo Pepe Romero ofreció la Fantasía Cubana que escribió su padre, Celedonio Romero. El virtuosismo casi rozó lo imposible, como sucedió con los pasajes donde hacía sonar la guitarra con solo las pulsaciones sobre el mástil. Antes del descanso, el alcalde Francisco Cuenca, anunció la justa determinación de solicitar a la Comisión de Honores y distinciones que Pepe Romero sea declarado Hijo Adoptivo de Granada, ciudad en la que tiene su residencia.

Una orquesta espectacular

En el descanso se comentaba que el listón del concierto había quedado tan alto que la labor de la Sinfónica de Annapolis que iba a interpretar en la segunda parte la Sinfonía nº 3 de Serguei Rachmaninov, iba a resultar muy complicada. Pero la calidad de esta formación musical logró que volvieran la emoción al publico que llenaba la sala de conciertos. Todas las familias brillaron con especial relevancia, acaso losmetales logrando un resultado que supera el sobresaliente.

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