"Hay muchos personajes a los que daría caña"

Como cada mes de agosto la localidad de Orce celebra su encuentro de folk que este año tiene como protagonistas al rebelista cántabro Miguel Cadavieco y al singular grupo extremeño Los Niños de los Ojos Rojos, descritos como un cruce imposible entre Nuestro Pequeño Mundo y Extremoduro. El grupo surge en diciembre del 99 en Mérida, cuando Héctor Alviz, un violinista con predilección por la música antigua y de tradición céltica, se unió a otros músicos de formación clásica y juntos comenzaron a destilar una suerte de fusión entre la tradición y los ritmos actuales, desde el hip hop a la música balcánica, el beat box y composiciones propias de aire celta salpimentadas con grandes dosis de humor, con la que confeccionaron una propuesta fresca, de melodías adhesivas y vocación bailable, que despertó el interés de festivales como el WOMAD, el de Ortigueira o el de Plasencia, todos ellos de primer nivel dentro del folk. Desde entonces han tocado por toda Europa y han sido reclamados hasta en certámenes en principio alejados del género como el Viñarock.

Por su parte Cadavieco, un autor ineludible en la revitalización de la música tradicional de Cantabria, es un apasionado del metal que sin embargo pasea por toda España un amplio repertorio de romances -es especialista en romances de ciego-, coplillas norteñas, guiños celtas, tonadas, bailes a lo pesau o a lo ligeru y, sobre todo, una capacidad ilimitada para la improvisación, introduciendo dobles sentidos y picardías varias con mucha inspiración que provocan desde la sonrisa hasta la carcajada entre el público, al que tarda poco en encandilar. Sucesor del maestro Chema Puente, Cadavieco se acompaña del rabel, un pequeño instrumento de cuerda de origen ancestral, del que imparte clases en la Escuela de Música Tradicional de Colindres. En sus actuaciones mezcla con acierto humor y picaresca, tradición y actualidad, y lo mismo rescata un romance milenario que lleva a su terreno melodías de Dylan, de Antonio Vega o de Siniestro Total. Antes de su actuación en Orce nos desvela algunos de sus sectretos.

-Pudiendo tocar un Marshall y una Stratocaster, ¿por qué escogió el rabel?

-El rabel, que se ha tocado desde tiempo inmemorial en Cantabria, fue lo que hizo que yo me acercará a tocarlo. Soy un defensor a ultranza de las tradiciones de la tierruca. Aunque el rock me encanta ¿eh? Barón Rojo y Fito y Fitipaldis lo que más.

-También supone un ahorro en cuerdas, ¿no?

-Mi rabel es de tres cuerdas pero son más caras que las de guitarra (son de violin, aunque también las tengo de cola de caballo y de tripa).

-Pero será una ventaja a la hora de presentarse a unas oposiciones de rabel, vamos, que será el único candidato ¿no?

-Ahora yo también doy clases y cursos sobre el rabel, pero para ser profesor no hace falta examen, a mí me suspenderían ya en las fotos (risas).

-Tampoco reniega de las modernidades, que esta entrevista la está haciendo por mail… ¿Tiene whatsapp, GPS, Facebook y esas cosas del futuro remoto?

-Las redes sociales son importantes para divulgar tu trabajo y que vean lo que haces desde cualquier parte.

-En alguna ocasión le hemos visto improvisando… cuando no había nada escrito ¿eso es jazz medieval?

-La improvisación es una parte importante del rabel. Y además al público le gusta mucho y lo agradece.

-Cuando lo hace se mide con repentistas cubanos, payadores argentinos, cuadrilleros murcianos, raperos… ¿le van los duelos?

-He tenido la suerte de retarme a grandes improvisadores y de compartir festivales con ellos. Eso es un lujo. Para mí Alexis Díaz Pimienta es el referente.

-Por cierto, ¿sabe que Alexis Pimienta ha publicado en un libro todos sus secretos profesionales?

-Alexis es un maestro no sólo como repentina sino también como escritor. Su libro lo pediré una vez que acabe el verano para leerlo con la máxima atención.

-Usted tiene canciones de corregidores ladrones, curas pícaros, molineras gentiles… menos lo de las molineras, que ya no hay, todo lo demás sigue vigente. Bárcenas, Rato, Granados… ¿Quién se merece unos cuantos romances bien puestos?

-Hay un montón de 'personajes' a los que daría caña pero ni siquiera merecen eso. Prefiero centrarme en personas que merezcan la pena.

-Como Bárcena, Marcos…

-Junto a mi compañero Marcos Bárcena (6 años tocando juntos, 2 discos grabados y un tercero en camino) toco temas tradicionales pero también nuestros propios y canciones de otros autores más modernos siempre con nuestro toque personal.