¿Quiere comprobar sin salir de casa la calidad de la mortadela de la merienda? Basta con abrir el libro Experimentos para entender el mundo, de Javier Fernández Panadero, que hoy se presenta en la librería Picasso a las 12 horas. "A veces la mortadela está cortada como la droga, en este caso con fécula de patata, con lo que sale un producto comestible pero más barato", explica Fernández Panadero. La fécula tiene mucho almidón y reacciona con el yodo, tomando un color entre azulado y negruzco. "Como en casa tenemos un compuesto de yodo, que es el betadine ,podemos cortar una rodaja de mortadela, pincharla con un tenedor para que salgan los juguillos y echarle una gotita de betadine para ver cómo se ennegrece", explica el divulgador sobre la prueba del algodón de la mortadela. Es uno de los 74 experimentos que plantea en su libro "para comprender el mundo que nos rodea y porque la base de la ciencia es la experimentación".

-A diferencia de las recetas de cocina, que aunque sigas las instrucciones el resultado final no siempre es comestible, ¿sus experimentos científicos siempre salen bien?

-Los experimentos salen muy bien, son robustos y no requieren de una gran precisión, pero los resultados son sorprendentes aunque se utilizan materiales caseros. Los experimentos no son para echarte unas risas sino para entender el mundo, para explicarlo. Hay un conocido truco para ligar en el bar. Te coges un chupito de vino o de licor y otro de agua, tapas el de agua con un DNI, le das la vuelta y lo pones encima del vino. Mueves el carnet para dejar una rendija y ves que empieza a subir el vino y a bajar el agua sin mezclarse.

-¿Quiere explicar con esto que el vino se sube a la cabeza?

-El alcohol y el agua se mezclan, todo el mundo lo sabe, pero esto me sirva para explicar cómo las corrientes marinas, que es agua con más o menos sal o más o menos caliente, no se mezclan. Esun experimento divertido que sirve para que nos demos cuenta de cómo funcionan las corrientes marinas.

-¿El principal componente de la ciencia es la curiosidad?

-La labor de la ciencia es generar preguntas y encontrar respuestas, unas se siguen buscando, otras no se sabe si se encontrarán.

-¿Los niños saben distinguir entre un experimento científico y un truco de magia?

-Yo se lo explico a ellos muy claramente, el mago intenta dar a entender que lo que él hace sólo puede hacerlo él, mientras que una de las bases de la ciencia es que se puede reproducir. Cuando hago un espectáculo con niños los saco al escenario para que vean que ellos pueden hacer lo mismo que yo. Nuestra magia no es ilusionismo porque el mago no hace desaparecer el conejo en la chistera, pero nosotros si sabemos convertir el plomo en oro. Es raro que no consigamos vender este producto mejor que la magia.

-¿Ha escuchado las opiniones de que el presentar la ciencia como algo divertido hace que se olvide la cultura del esfuerzo en las aulas?

-Sí, es el discurso utilitarista de "tienes que estudiar esto porque es muy importante y muy útil". Un periodista elige su profesión porque le apasiona dar noticias, ¿qué luego además ofrece un servicio público? Pues mejor, pero no lo hace por eso. Igual pasa con la gente que se dedica a la ciencia, les mola pero luego resulta que hacen cosas que son útiles a la sociedad. Nadie se tira horas y horas delante de un microscopio porque su trabajo sea de utilidad pública. La pasión es esencial en cualquier profesión. Me acuerdo de una frase muy divertida que decía un físico muy famoso: "La física puede que sirva para algo, igual que el sexo, pero no lo hacemos por eso".

-¿Los científicos son niños que siguen jugando?

-Así somos todos cuando hacemos lo que nos gusta y así aprendemos sin esfuerzo y sin contar las horas que le echas. En mi anterior libro, ¿Cómo le explico esto a un extraterrestre?, hay un capítulo que se titula Los científicos trabajan por amor.

-¿En los tiempos que corren es tan necesario un divulgador como un científico?

-Cada uno ocupa su espacio pero, a lo mejor, en España había hace unos años menos divulgadores. Hay muchos científicos, aunque ahora están saliendo al extranjero por las circunstancias, pero hay menos cultura científica. Gracias a eso nos siguen engañando con números y con estadísticas porque la gente no sabe de lo que le hablan. Lo que pasa es que a veces la divulgación se ve como algo menor y algunos científicos pasan de involucrarse. Es como la comedia, que se entiende como algo menor y parece que lo importante es el drama y llorar.

-En el espectáculo tendrá como ayudante a Andrés Neuman, ¿le va a 'maltratar' mucho?

-A Neuman le vamos a volver loco, le voy a tener atropellado para que sea todo divertido. Vamos a aprender cosas sin darnos cuenta.

-¿Lo que hace Flippy en 'El Hormiguero' es divulgación o espectáculo?

-Pues le voy a dar dos caras y ya elige usted. Hay una parte buena porque antes, cuando alguien veía ciencia en televisión, cogía en seguida el mando a distancia para cambiar de canal. Ellos han conseguido que el espectador no cambie de canal. Ellos usan la ciencia para hacer humor, pero no les costaría nada dar un poco de cancha a los físicos que tienen en el programa para explicar un poco mejor las cosas desde un punto de vista científico. En internet se les mete mucha caña porque a veces se les cuela un error, pero yo creo que han conseguido que el espectador se quede a ver un experimento. En EEUU hay científicos que van a los late night y lo explican todo muy bien.

-Algunos pensarán que el sitio natural para presentar su libro es el Parque de las Ciencias y no la librería Picasso...

-Una vez lo hice en un pasillo de un centro comercial de Soria. También lo he hecho en el Instituto Cervantes de El Cairo, en museos, en ferias, institutos... Es bueno también ayudar a dinamizar a las librerías.