Conexiones es un proyecto que comisaría el crítico Óscar Alonso Molina por el cual un artista importante de nuestro más significativo sistema creativo actual, sobre todo aquel que protagonizan artistas jóvenes que ya dejaron atrás el expectante calificativo de emergente para situarse en los parámetros seguros de una clarificadora realidad, realizan un trabajo partiendo de obras existentes en la Fundación Banco Santander y en el Museo ABC.

Marina Vargas es una joven artista granadina, una de las últimas grandes que ha salido de esa verdadera factoría que es la Facultad de Bellas Artes de Granada, cuya obra está transitando por lo mejor del Arte Contemporáneo y que ha llevado al crítico de ABC Cultural y comisario de la muestra a comentar de ella: "Es una de las artistas con mayor energía y ptencial de su generación... Me gusta tratarla de verdadera fuerza de la naturaleza e incluso de hechicera". Toda una contundente declaración de intenciones de alguien a tener en cuenta. Y que nosotros, desde aquí, suscribimos por la determinante capacidad creativa, por la contundencia formal que imprime a sus composiciones y por su absoluta facilidad para yuxtaponer cualquier elemento estructura a la búsqueda de nuevas vías expresivas. Con Marina Vargas, con la amplísima disponibilidad estructural que maneja y con su variedad -dibujo, pintura, escultura, fotografía, instalación e, incluso, performance- nos encontramos con la verdad que debe poseer un artista con mayúsculas y que, ella, lleva a cabo con total energía creativa.

El programa Conexiones ya ha llevado, en estas sus onces ediciones, hasta el Museo del ABC a tres artistas relacionados con Granada; lo que da idea del buen momento que goza la plástica granadina. Jesús Zurita y su trabajo Ida y trasiego; Simón Zábell, con Dibujo y traducción, la pasada edición y Marina Vargas, en la presente, con Las líneas del destino.

La historia de este trabajo se inicia con una experiencia personal de la propia Marina Vargas cuando una santera cubana le echó las cartas. Esto sirvió de base para una experiencia plástica posterior por la cual la artista recoge las cartas de la baraja de la pitonisa y las reinterpreta en gran formato con ese particular vocabulario que la caracteriza, en el que un especial eclepticismo juega con iconografías contrapuestas; elementos extraídos de estéticas surrealistas, de la imaginería pop, de la simbología indigenista, de los ritos ancestrales de la religiosidad popular americana llevan a Marina Vargas a dibujar unas gigantescas cartas del tarot; tres de las cuales se presentan apoyadas en la pared, en pleno proceso creativo, sin terminar; poniendo con ello en evidencia el poderoso estamento dibujístico. El resultado es una obra que participa en una iconografía muy particular, con referencias a la cultura mexicana, a la brujería caribeña -de donde parte el trabajo-, a la artesanía indígena y, hasta en cierta medida, a la religiosidad popular andaluza.

Como viene siendo habitual en este programa expositivo, el trabajo del artista invitado convive con obras presentes en las colecciones de las entidades convocantes. En esta ocasión, dos magníficos jarrones de cerámica de Alcora, del siglo XVIII, cuya decoración sirve a Marina Vargas para su ornamentación de las cartas. Junto a estas obras que se guardan en la Colección del Banco Santander, la artista granadina ha elegido, también, la ilustración de una antigua portada del Blanco y Negro, sacada de la Colección del ABC, realizada por Ángeles Torres Cervera ( a.t.c.), una de las pocas artistas femeninas que, en aquel tiempo, realizaba ilustración. En ella aparece, en una abigarrada escena, reyes, caballos y sotas de la baraja española.

Muy buena exposición esta que, de nuevo, lleva a Marina Vargas a lo más selecto del paisaje expositivo español.

Conexiones. las líneas del destino. maría vargas Museo ABC.Madrid. Hasta el 25 de septiembre