Qué mejor lugar que el jardín romántico de la Casa de los Tiros para leer sobre la naturaleza, el amor y la vida. Para reflexionar del agua y del fuego, del deseo que fluye o el tiempo que se quema. Anoche, la poeta granadina Trinidad Gan inundó la segunda velada del ciclo Poesía en el Jardín -organizada por el Centro Andaluz de las Letras y el Ateneo- de una lírica intensa de carácter vital. Nuevos poemas escritos por la artista en los últimos tres años que aún figuran como proyecto abierto. "Siempre defiendo la oralidad de la poesía, es una manera de calibrar los textos", explicó Trinidad Gan.

El recital se desarrolló en dos momentos poéticos diferentes. El primero, basado en textos de prosa poética de corta extensión, se desarrolló en torno a la caligrafía del agua relacionada con el sentimiento amoroso. "Estos nuevos poemas van desde el carácter líquido del deseo sentimental hasta las marcas de nieve de la ruptura", comentó la poetisa. La segunda parte de la lectura tuvo un signo más narrativo. La caligrafía del fuego se desarrolló unido a la vida y la realidad. "La esperanza representada en una llama o las cenizas como símbolo del paso del tiempo".

La música fue parte imprescindible de tan artística velada. El arpa de Isabel Maynes hizo que, como explicara la poetisa Trinidad Gan, las palabras conversaran con la música de la "excelente instrumentista". Un diálogo pleno de sensibilidad que desechó la arcaica idea del arpa concebida únicamente como acompañamiento. Piezas contemporáneas del músico estadounidense Jonathan Cage sonaron entrelazadas con versos repletos de sentimiento, vitalidad y especialmente fluidez.

La poetisa granadina Trinidad Gan se mostró entusiasmada con el recital y con la idea de compartir el segundo ciclo de Poesía en el Jardín con los también poetas Rafael Guillén, cuya lectura se celebró el pasado 4 de septiembre, y la joven Ioana Gruía que clausurará el festival lírico el próximo 25 de septiembre.

Sobre el que fuera Premio Nacional de Literatura en 1994 por Los estados intermedios, Gan se deshizo en elogios: "La obra del que es decano de la poesía granadina siempre trae un poso de vivencias".

La autora también tuvo palabras para la próxima poeta que pasará por el jardín romántico de la Casa de los Tiros: "Ioana Gruía es una creadora abierta a todo y eso me gusta".

Trinidad Gan, perteneciente a una generación intermedia, busca y entiende la veteranía y la juventud de ambas generaciones. "El mío es un punto intermedio interesante porque ves todas las perspectivas y eso resulta muy enriquecedor", manifestó. En este sentido, la escritora granadina dejó anoche clara constancia de su amplia poesía, protagonista de una velada plena de simbolismo y experiencia vital.