Un libro muestra la relación entre Juan Ramón Jiménez y Andalucía

El libro Juan Ramón Jiménez y Andalucía. El sentimiento de eternidad, de la doctora en Filología Hispánica Rocío Fernández Berrocal, recoge una biografía andaluza del poeta onubense, analizando la presencia de las ciudades en su obra y la proyección de éstas en sus libros.

Fernández Berrocal señala que la obra ofrece un ensayo biográfico y antológico de la relación del poeta con las tierras andaluzas, como su nacimiento en Moguer (Huelva), sus estudios en Sevilla o las visitas a las provincias andaluzas, y, por otro lado, la proyección en su obra de esos lugares.

De esta manera, explica que existan libros dedicados a rincones andaluces como se observa en Platero y yo, Elegía Andaluzas, Moguer, la obra póstuma Sevilla y el libro Olvidos de Granada, entre otros. El libro constituye una antología de textos representativos de esa Andalucía de Jiménez que reflejan "su estrecha unión durante toda su vida su tierra natal".

Por otro lado, resalta "el interesante apéndice del libro que recoge un poema inédito facilitado por la familia, titulado Andalucía; fotografías del poeta y manuscritos de la Sala Zenobia-Juan Ramón Jiménez de Puerto Rico".

El libro partió de la Diputación de Huelva, quién instó a Fernández Berrocal a ampliar la idea de su tesis, que versó sobre Juan Ramón y Sevilla, a toda la comunidad andaluza. La obra se estructura en tres bloques, denominados Andalucía la baja, abarcando Moguer, El Puerto de Santa María, Sevilla y Córdoba, La alta Andalucía, Granada, Jaén y Ronda; y La Andalucía del mar Huelva y La Rábida, Cádiz, Almería y Málaga, distinción que en parte citó el propio escritor en un apunte que se conserva en la Sala Zenobia-Juan Ramón Jiménez de Puerto Rico.

Andalucía, según la autora, está "muy presente en 'el andaluz universal'", como se autodenominó Juan Ramón Jiménez. Además, la región tiene "un importancia básica en su formación, en su personalidad y en su trayectoria poética". Con este sentimiento tan arraigado de "andaluz universal" quiso, según las propias palabras del poeta, "andalucizar" el mundo. "Lo andaluz era su base, su punto de partida, la manera en la que aprendió a ver el mundo, a conocerlo y expresarlo y esto es de vital importancia para encuadrar adecuadamente su obra", aseguró la autora.

Por otro lado, precisa que el subtítulo del libro, El sentimiento de eternidad, procede de un testimonio del propio Juan Ramón Jiménez cuando le preguntaron sobre Andalucía en una entrevista que le hicieron en Madrid en 1930, y donde respondió que "el recuerdo que yo tengo de allí --de Andalucía-- es el sentimiento de eternidad". Así, aclaró que el tratamiento hacia Andalucía que presentan sus textos puede sintetizarse en tres líneas de expresión, como son un Juan Ramón "íntimo y elegíaco, de raíces y esencias, del que Platero y yo es su mejor representante'".