Rendidos ante los últimos acordes de Andy y Lucas

Conciertos

El dúo gaditano regresa de forma triunfalmente a Granada, ofreciendo un espectáculo inolvidable en su gira de despedida y diciendo adiós en lo más alto de la música

Andy (izquierda) y Lucas, en los momentos iniciales del concierto.
Andy (izquierda) y Lucas, en los momentos iniciales del concierto. / Jesús Jiménez/PHOTOGRAPHERSSPORTS
Rodrigo Vázquez - Redactor

22 de junio 2024 - 05:12

Hay cantantes que se quedan en los corazones de las personas, y sin duda alguna, Andrés Morales Troncoso y Lucas González Gómez, mejor conocidos como Andy y Lucas, son uno de esos. El dúo gaditano aterrizó en la ciudad de la Alhambra para despedirse de la tierra de Lorca con un concierto tan inolvidable como único, ya que es el último. Sí, aunque suene triste, los nacidos en Cádiz están a las puertas de tocar sus últimos acordes, nunca mejor dicho, ya que así han titulado esta última aventura "Nuestros Últimos Acordes".

Desde temprano, la Avenida Doctor Olóriz se llenó de fanáticos ansiosos por presenciar esta última presentación, que prometía ser inolvidable. El ambiente ya vaticinaba lo que sería un concierto memorable, marcando la despedida de un dúo que ha conquistado corazones en todo el mundo desde 2003, cuando lanzaron su primer álbum titulado Andy & Lucas, que les dio la fama que hoy les precede.

La velada comenzó con Quiéreme, un inicio perfecto, ya que las más de 9,500 almas que se dieron cita en la Plaza de Toros comenzaron a entonar uno a uno los temas más emblemáticos del dúo gaditano. Desde el primer acorde, la energía en el recinto era palpable, una mezcla de alegría y nostalgia que envolvía a cada asistente. Canciones como Celos, Aquí sigo yo, Llévatela, El ritmo de María y Por ella continuaron el repertorio, encendiendo el júbilo y despertando recuerdos compartidos por todos los presentes.

El dúo gaditano ofreció un show inolvidable.
El dúo gaditano ofreció un show inolvidable. / Jesús Jiménez/PHOTOGRAPHERSSPORTS

Las estrellas del show dieron una cálida bienvenida a la gente, agradeciendo el cariño y la lealtad de sus seguidores durante más de dos décadas. La conexión entre Andy, Lucas y su público era evidente, cada canción se sentía como una sinfonía íntima entre amigoas de toda la vida. Continuaron con su espectáculo musical con melodías de la talla de Quiero ser tu sueño, Pasarán, Carita morena, Abuelo, Y en tu ventana, cada una encendiendo pasiones y evocando emociones profundas.

A medida que la noche avanzaba, las emociones en el recinto crecían a pulso. La Plaza de Toros vibraba con cada nota, y las voces del público se unían en un coro unísono que retumbaba en las paredes. Andy y Lucas, conmovidos por la respuesta del público, ofrecieron interpretaciones llenas de sentimiento y pasión, conscientes de que cada acorde podría ser el último que compartirían en este escenario.

Uno de sus primeros y grandes éxitos, Son de amores, desbordó una que otra lagrima en el público que se dejaba la voz en cada nota.

Una fan en el concierto.
Una fan en el concierto. / Jesús Jiménez/PHOTOGRAPHERSSPORTS

El clímax de la noche llegó con Tanto la quería, su canción por excelencia y sin duda la más representativa para varias generaciones. La Plaza de Toros se iluminó con miles de luces, y el público, conmovido hasta las lágrimas, entonó la letra con una devoción palpable. Era un momento que encapsulaba veinte años de historia musical, un viaje compartido que había llegado a su fin. El broche final de la noche no pudo haber sido más memorable, y el eco de este himno anadaluz quedó flotando en el aire, como un testimonio del impacto duradero de Andy y Lucas en sus seguidores.

Así, con la última nota de Tanto la quería desvaneciéndose en el aire nocturno de Granada, se cerró un ciclo, pero se abrió un lugar eterno en los corazones de quienes han vivido, y seguirán viviendo, la magia de Andy y Lucas.

El concierto en Granada no solo fue un espectáculo, sino una despedida llena de gratitud y amor. Andy y Lucas, con una carrera marcada por éxitos y canciones que se han convertido en himnos, cerraron un capítulo importante en su trayectoria musical. Los granadinos, privilegiados de haber sido parte de esta despedida, se llevaron consigo recuerdos imborrables y la certeza de que, aunque los escenarios ya no los verán juntos, su música y su legado perdurarán en el tiempo.

La noche en la Plaza de Toros de Granada fue una celebración de la música y la amistad, un adiós que resonó con fuerza en los corazones de todos los presentes. Andy y Lucas se despidieron, pero dejaron una huella indeleble en la memoria colectiva, una que seguirá viva cada vez que una de sus canciones suene en la radio, en una reunión de amigos o en la voz de alguien que, con una sonrisa, recuerde aquellos momentos compartidos.

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