¿Qué tienen en común un puzzle de imágenes, Night Shyamalan y Vittorio de Seta? Se podría decir que están relacionados con el cine y aseverar que son las imágenes que conforman las portadas de los tres primeros números de la revista Découpage, una publicación de análisis fílmico que echó a andar en octubre de 2018 con un arranque ambicioso, un primer tomo gordo a todo color con numerosas firmas de cinéfilos y expertos en la materia, y que se mantiene con la salida reciente del tercer número que se presentará este jueves en la tienda granadina de Subterránea.

El encuentro, a las 18:30 horas en el santuario de cómics-discos y cultura pop de la calle Horno de Abad, contará con Adrián Chamizo y Jesús Urbano. Estos dos jóvenes granadinos se conocieron estudiando su pasión un verano en la Cátedra de Cine de Valladolid y junto a otros compañeros de aquellos cursos en la capital castellana volcaron su obsesión cinematográfica en esta revista que ha recibido elogios de algunos de los principales críticos del país, aunque ellos rehuyan del concepto de crítica que se puede leer en los medios tradicionales y hegemónicos.

"La finalidad de nuestra publicación tiene carácter didáctico y divulgativo, poner en valor la historia del cine y el análisis de su puesta en escena", señala Adrián Chamizo sobre Découpage, el nombre que da el sentido a la revista puesto que se trata de la técnica de fragmentar una película plano a plano para analizar todos y cada uno de sus elementos. Proviene del verbo francés decouper (despiezar) que es lo que hacen estos enamorados del séptimo arte que compendian en cada volumen diferentes maneras de entender el cine pero un único sentido que es el de primar el valor visual, la película como unidad mínima a analizar.

Número 1 de la revista

Número 2 de Découpage

Número 3 de Découpage

"Nosotros ofrecemos una disparidad de contenidos bastante amplia, como se puede ver en nuestra revista no nos cerramos a un tipo de cine en concreto. En nuestra publicación abarcamos todo tipo de películas y géneros", señala Chamizo y razón no le falta, ya que por las páginas de la revista se han diseccionado desde películas comerciales como las últimas versiones de La noche de Halloween o Predator a otras para un público más selecto tales como Sonata de Otoño, El Reverendo o El Sur.

Además, Découpage ha reivindicado sagas como Misión Imposible y la obra de un director versátil abarcando toda su filmografía. Igualmente, una de las novedades que ofrece esta revista es que los videojuegos conviven con el cine, debido a la influencia de esta vertiente audiovisual que sale de las videoconsolas y se cuela en las obras actuales de la gran pantalla.

"Tenemos la voluntad de que todo tipo de cine pueda convivir en nuestra revista", apunta este historiador de Santa Fe, especializado en cine a través de números cursos en relación a una revista en la que colaboran personas que vienen de diferentes disciplinas como el Derecho, la Historia, la Historia del Arte, la Filosofía o la Filología Hispánica. Su compañero granadino Jesús Urbano, licenciado en Comunicación Audiovisual, explica que el proyecto empezó como una cosa propia de un grupo compañeros de la Cátedra de Cine de Valladolid y "se ha ido extendiendo a compañeros de la Pompeu Fabra, de másteres de cine, investigadores universitarios, o divulgadores de cine".

Para Urbano, "el objetivo primero era proyectar de alguna forma nuestro conocimiento sobre el cine", aunque la revista también tenía una intención subsidiaria de "emular pero a la vez completar los estudios de cine en España, de revistas especializadas de análisis cinematográfico".

Asimismo, intentan batallar contra una manera de ver cine que se está extendiendo: "Creemos que en España hay mucha cinefilia pero a veces está mal enfocada. Nosotros batallamos contra las series desde la revista, que nos parecen consumo masivo de imágenes frente a la categoría estética unificada de una obra cinematográfica", asegura este doble licenciado en Derecho y Comunicación Audiovisual que plantea desde Découpage una resistencia basada en una "cinefilia que sepa reposar la mirada y reflexionar con distancia" frente a una sociedad en la que la "inmediatez y la fiebre rápida por lo nuevo copan demasiado la atención".

En la misma línea opina Chamizo que si algo crítica del momento actual es que "creo que antes había una búsqueda más concienzuda e incluso personal a la hora de interesarnos por el cine, mientras que ahora con la existencia de todo tipo de plataformas parece un bufé libre donde hay de todo".