La risa catártica como cura contra la pobreza

La pobreza, la miseria y la hambruna del sur frente a la preocupación por las hipotecas en el norte. La eterna dualidad vista con otros ojos por la compañía Los Ulen en Maná, Maná (El regreso), una obra que volvió a unir anoche sobre el escenario del Teatro Alhambra a Paco Tous, Maite Sandoval y Pepe Quero doce años después de que la estrenaran por primera vez.

El teatro del absurdo unido a la denuncia permanente, la inteligencia y la risa son los protagonistas de una obra por la que no pasa el tiempo. "La hemos reescrito y releído en algunas escenas y han cambiado la escenografía y la iluminación" pero, en lo fundamental, sigue siendo la misma.

Contada con humor, la crisis de la que hablaban los Ulen en el año 1996 no dista mucho de la que se vive en la actualidad. "Si la gente deja de ser sensata y alguien quiere ganar catorce millones de euros, cómo no va a ver crisis. Es un reparto que sólo manejan algunos", dice Pepe Quero, alejado de los escenarios durante un tiempo para dedicarse a tareas de dirección en las últimas obras de la compañía, Bar de lágrimas, El mundo de los simples o Ave Sosia.

"Ésta está provocada por un exceso de rapiña de las financieras a nivel mundial rompiendo el saco de tanta avaricia, lo que repercute en el resto del mundo. Los constructores y directores de bancos se enriquecen pero el que construye el ladrillo y el empleado de banca sí sufrirán la crisis".

Los tres conocidos actores dan vida a tres mendigos. Tres tipos diferentes de pobres apodados Mosta, Morci y Lombri que a lo largo de la obra desarrollan interesantes e irónicos monólogos sobre las desigualdades entre norte y sur.

Pero, ¿es posible contar la tragedia con humor? En los momentos de tragedia y de gran ruptura sentimental, asegura Quero, "los seres humanos tenemos un mecanismo de defensa que es el humor y decir verdades como puños con una dosis de sal y pimienta y azucarillo. Así te tragas una bestialidad pero con una sonrisa". La risa catártica de liberación aun cuando los problemas son enormemente graves.

La crisis mundial es idéntica a la que se vivió en los 80, los 90 y el 2000. "Toda década tiene su crisis, inventada, manipulada, articulada desde las más altas esferas del poder económico y político".

Siempre críticos y arriesgados, los Ulen siguen provocando textos y situaciones cada vez más negras, más bufonescas, más de denuncia y crítica, sin abandonar el absurdo y la risa terapéutica e inteligente. Su auténtico maná.