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Los robots malos del cine

  • El Parque de las Ciencias dedica un ciclo de cine para ahondar en unos de los papeles más fructíferos de la ciencia ficción en 'Máquinas, ¿rebeldes sin causa?'

La estilizada María de Metrópolis (Fritz Lang, 1927) podría ser la Eva bíblica de los robots en el cine. Como Eva, también nace con buenos sentimientos pero finalmente su personalidad acaba siendo suplantada por un robot con un corazón perverso. Surgen tras ella robots para todos los gustos. Razas que siguen a rajatabla los preceptos marcados por Isaac Asimov en su Leyes de Robótica y donde muy claramente entrarían entrañables criaturas como Número 5 (Cortocircuito) o la pareja casi cómica R2D2 y C3PO (La guerra de las galaxias). Pero también otros con mucha más chicha para la ciencia ficción y cuyo principal entretenimiento es aniquilar al hombre. Desde el maquiavélico superordenador Hal 9000 del Discovery en 2001: Una Odisea en el Espacio hasta el replicante Nexus 6 con fecha de caducidad de Blade Runner hay una larga lista de temibles máquinas que se sublevan contra el ser humano. El Parque de las Ciencias, que dentro de unos días inaugurará una ventana sobre robótica, dedica un ciclo al 'estudio' de estos robots en Máquinas, ¿rebeldes sin causa?.

¿Debe temer el ser humano a los robots? "No. El cine siempre va un paso por delante en ese sentido y hay que tener muy en cuenta que una película cumple el simple objetivo del entretenimiento. Ficción y realidad, en este caso, no se corresponden". La coordinadora del ciclo en el museo granadino, Carmen Guerra, cuenta que en los 80 el cine sufrió un boom de obras de ciencia ficción en las que los robots eran los principales protagonistas. Una especie de fascinación que hoy tendría su paralelismo en los argumentos sobre el fin del mundo. Para ello ofrecen un interesante ciclo con cinco películas para todos los públicos en donde el cine es una perfecta vía de divulgación. En una presentación de la cinta y un debate posterior en el Macroscopio, el espectador puede preguntar todo lo que quiera. "Es usual que algunos pregunten si es posible que las máquinas se subleven hoy en día".

"Lógicamente hemos elegido películas sin un excesivo grado de violencia". Se han quedado fuera, por tanto, ejemplos clarísisimos de rebeldía androide como T-800, que se camufla en los músculos de Arnold Schwarzenegger para convertirse en la primera parte de Terminator en un despiadado asesino. También se han quedado fuera 'padres' de esta raza como Hal por la duración de 2001, pero no faltan títulos que resumen a la perfección los distintos tipos de papeles que han adquirido los robots a lo largo de la historia del cine.

En Juegos de guerra, dirigida por John Badham, la informática, en manos de un simple curioso hacker, se salta todos los pasos éticos posibles llegando a poner en peligro a la humanidad entera con una tercera guerra mundial. Es una de las primeras obras cinematográficas que se basan en el incipiente internet y sus 'peligros'.

Almas de metal (Westworld), con la dirección de Michael Crichton, es una trepidante aventura en medio de un curioso parque temático dividido en tres zonas: la Roma imperial, la Europa medieval y el Oeste americano. En él, los visitantes pueden vivir escenas donde ser los propios protagonistas pero donde están rodeados de figurantes muy especiales. Un avezado vaquero querrá hacerse con las riendas del parque. Es un ejemplo de androide con características muy propias de los humanos pero que carece de sentimientos y emociones, diseñados para perseguir a sus víctimas.

Estarían también los replicantes de Blade Runner. Dirigida por Ridley Scott, los Nexus 6 guardan total parecido con los hombres con una salvedad, ellos sólo duran cuatro años. Concebidos como algunos robots de la realidad para realizar los trabajos 'pesados'. En la película, Scott sin embargo los pinta muy humanos y pueden comer, dormir e incluso sangrar. Manifiestan sentimientos humanos como el amor o los miedos ante la muerte. Sin embargo, no están muy conformes con lo de tener fecha de caducidad y se sublevan contra todo ser vivo que amenace su existencia.

En Asesinos cibernéticos unos militares tendrán que hacer frente a unos androides sólo identificables por sus insoportables chillidos.

Anteriormente al ciclo Máquinas, ¿rebeldes sin causa?, el Parque de las Ciencias ofreció otro ciclo con el cine para divulgar distintos tipos de científico. Próximamente seguirán estos ciclos.

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