Todos los saltos de Vaslav Nijinsky

La compañía Trànsit ofrecerá hoy en el Teatro Isidoro Máiquez un homenaje al bailarín que sorprendió al mundo

Hombres y mujeres se convertirán en el bailarín ruso.
Hombres y mujeres se convertirán en el bailarín ruso.
M. De La Corte

26 de junio 2010 - 05:00

Siete bailarines serán Nijinsky. Sus emblemáticos poses de El espectro de la rosa, La siesta del Fauno o Sherezade. Siete volviendo a desafiar al mismísimo Newton con sus saltos. No hay imágenes en movimiento del legendario bailarín pero la compañía Trànsit las recrean en El salto de Nijinsky, una obra que llega hoy al FEX en el Teatro Isidoro Máiquez (22:00 horas).

Hace unos años María Rovira, directora de la compañía, vio una foto en la que apenas pudo reconocer al gran bailarín. Dicen de sus saltos que contrariaban las leyes de la gravedad porque su cuerpo parecía dejar de serlo para convertirse en la más leve de las plumas. Sin embargo, ahora, aparecía ante los ojos de Rovira siendo ya mayor, "calvo, gordo, con un traje" pero, casi milagrosamente, ejecutando uno de aquellos saltos que le hicieron famoso con el ballet ruso. Por aquel entonces sufría de esquizofrenia y hacía mucho que había dejado de bailar. No obstante, dos años antes de su muerte, el también bailarín Serge Lifar lo visitó en la clínica en la que estaba ingresado poniendo ante él una barra de ballet.

En un momento dado, Nijinsky se levantó y saltó. "No sé qué lugar de la memoria se despertó para que saltara así". Rovira se sintió tan conmovida por aquella imagen que decidió homenajear a aquel grandísimo bailarín que en sólo diez años de carrera había demostrado su genialidad.

Para montar la coreografía de la obra, la compañía contó con el asesoramiento de un psicólogo francés que ha estudiado la esquizofrenia basándose en Nijinsky. En la escenografía, por tanto, se dan cita junto a la perfección de su danza todas las obsesiones que le mantuvieron siempre en vilo.

La religión, el sexo y su obstinada idea de ver al ojo como el símbolo más puro del teatro. "Él entendía", explica Rovira, "que en ellos se visualiza toda la función de la vida de uno mismo". En el linóleo en el que actúan estará representado precisamente ese ojo que era obsesión de Nijinsky.

No sólo rescatan su historia y sus obsesiones, Trànsit recupera con El salto de Nijinsky al bailarín que se atrevió a bailar descalzo. A un hombre adelantado a su tiempo que hizo que los bailarines dejaran de ser meros acompañantes, meros príncipes de princesas, para ser bailarines solistas.

La obra fue premiada en 2008 con el premio Butaca al mejor espectáculo de danza imponiéndose a Mosaic mediterrani de la compañía IT Dansa, Mozartnu de Iago Pericot, y Nos pesa el corazón de los veloces de Erre que erre.

Art Trànsit Dansa fue fundada en el año1986 por María Rovira. Desde entonces ha estrenado diferentes espectáculos, entre los cuales cabe destacar Transtorn (1989), Entre Asesinos (1990), El Pols de l'Ângel (1992), Bienvenidas (1993), Arriba y Abajo (1994), El Punt de la Memòria (1995), Rugged Lines (1997), No mans Land y Letargo de luna y delirio (1998).

La compañía ha recorrido España y ha participado en múltiples festivales en Alemania, Italia, Bélgica, Cuba, Costa Rica...

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