Cuando el rap comenzó a sonar en España, él ya estaba allí. Eric Cunningham, más conocido como Hazhe, es uno de los nombres propios del rap patrio. Más de veinte años de carrera le han servido para mucho: catorce discos en solitario, el súper grupo Mala Juntera -con otros de los pesos pesados del rap español como son SFDK y Capaz- o el festival Meid in Espein, que cada año trae al anfiteatro de Maracena artistas de renombre del rap y el reggae. Su último proyecto es el Ableton Live Beatcamp, unas masterclass sobre producción musical que organiza en su estudio granadino junto a Acción Sánchez (SFDK) y R de Rumba (Violadores del Verso).

Maño de nacimiento, durante una de sus giras escogió la ciudad de la Alhambra como uno de los lugares donde le gustaría vivir. Más tarde, como él mismo reconoce, se casó y la vida le trajo "a Granada, la tierra soñada por el poeta", explica.

Maño de nacimiento, ha instalado su estudio, Fibonacci Musik, en la provincia de Granada

Aquí ha instalado su estudio, Fibonacci Musik, donde ha puesto la banda sonora a algunos de los raperos más punteros del país, incluyendo lógicamente a algunos de los artistas con denominación de origen granadino, porque como él mismo confiesa, en la ciudad "hay mucho talento y es que Granada irradia magia e inspiración al que la sabe observar y escuchar".

Pese a todo, Hazhe mantiene la humildad y reconoce no sentir "ningún peso" por ser uno de los principales referentes, ya que todo lo ha conseguido, según sus palabras, "muy poco a poco, beat a beat, disco a disco". El productor concluye su alegato afirmando: "Simplemente amo lo que hago y si fuera millonario seguiría haciéndolo del mismo modo que ahora".

Modestia aparte, la suya es una de las voces autorizadas dentro del rap patrio, por eso es casi obligatorio pedirle una valoración sobre el mismo. En este sentido, el maño considera que "está en una fase de transformación y ramificación increíble, llegando a lugares que nunca se habían imaginado antes".

El productor hace suyo el refrán de 'renovarse o morir' y sigue muy de cerca todas esas ramificaciones a las que antes se refería. Así, sobre sus beats han rapeado artistas de corte más clásico, por ejemplo los también granadinos Ayax y Prok, otros más tendentes al reggae como Rapsusklei o incluso otros más peculiares como el youtuber Keyblade. El productor se adapta a todos ellos y concluye que "sea sobre beats de trap, afrotrap o de boombap, la habilidad al rapear siempre se va a hacer notar del mismo modo que se hace sobre instrumentales clásicas".

De todos esas ramificaciones musicales, destaca su vinculación al freestyle, una disciplina cuya práctica recomienda "a todas las personas", ya que ve en ella "un efecto de liberación brutal", más allá de su faceta competitiva o "de vacileo".

El productor se convierte de esta forma en una especie de puente entre las antiguas y nuevas generaciones musicales. Afirma que "el freestyle es otro rollo", pero a renglón seguido sentencia que eso "no quita que aporte a los directos esas reglas no escritas y formas de pinchar que vienen de los años 90".

El resultado de esa mezcla es Freenetiks, un proyecto con el que el maño comparte escenario junto a los 'gallos' Skone, Invert y Chuty, algunos de los pesos pesados de esta disciplina -dos campeones mundiales y un bicampeón nacional-.

El proyecto es también el intento de llevar un paso más allá una vertiente del rap que comenzó en los parques de las ciudades, se profesionalizó cuando la compañía Red Bull patrocinó una competición a nivel nacional e internacional, y actualmente cuenta con su propia liga profesional, al estilo de los deportes tradicionales. Todo ello lo resume Hazhe cuando afirma que el freestyle "ha venido para quedarse" y no es solo una moda pasajera.

Pero hay Hazhe más allá de Freenetiks. Antes de utilizar su sobrenombre actual, Cunningham, se hacía llamar Haze, que como él mismo explica "es una palabra muy común en ingles, significa 'niebla' y 'confusión'". Poco después, el maño decidió añadir una 'h' a su apodo, "para que fuera único" recuerda, pero también porque viendo su trayectoria está claro que esa traducción no hace justicia al trabajo del productor, que poco tiene de confuso. Hace falta una mente muy clara para mantenerse en la punta de la lanza durante más de 20 años y los que quedan.

Como ocurriese con el freestyle, Hazhe llegó para quedarse.