"A mi edad sólo procuro ser agradable y no hacer daño"

Verónica Forqué. Actriz

La intérprete de películas como 'Kika' o 'Salsa Rosa' presenta este fin de semana en el Teatro Isabel la Católica 'Buena gente'.

La actriz es parte esencial de la historia del cine español.
La actriz es parte esencial de la historia del cine español.
G. Cappa Granada

12 de febrero 2016 - 05:00

Dice Pedro Almodóvar que Verónica Forqué es la única que puede contar sin lapsus de memoria la Movida madrileña de los ochenta. "Sólo me fumé un par de porritos", señala divertida una actriz que, precisamente, se dio a conocer al gran público en Bajarse al moro. Junto a Carmen Maura es la actriz que tiene más premios Goya en el aparador de su casa, aunque ahora mismo está centrada en su papel de Margarita en la obra Buena gente, que llega esta noche y mañana al Teatro Isabel la Católica. En las próximas semanas presenta su nueva película a las órdenes de David Serrano, donde interpreta a la madre de Michelle Jenner, tras el estreno en 2012 de Ali. Pero más que un nuevo premio de la Academia del Cine, el verdadero propósito de Verónica Forqué es seguir siendo buena gente.

-¿En qué momento de su vida ha llegado esta obra'?

-Esta propuesta de David Serrano me vino muy bien, estaba pasando un momento personal muy difícil y de pronto llegó esta obra tan interesante, con un personaje tan rico y tan bueno que es un estímulo para mí, que soy una apasionada de mi trabajo. No lo dudé ni un segundo cuando leí la obra. Estoy muy feliz con este viaje, es una obra muy fácil en el mejor sentido de la palabra, llega a todo el mundo y como actriz estoy aprendiendo mucho. Un actor siempre tiene sus dudas y al principio de los proyectos viene esa histeria de pensar que a lo mejor no vas a ser capaz de abordarlo, pero llevas toda la vida haciendo esto y claro que puedes.

-Su personaje enlaza de alguna manera con el de Natalia de Molina en 'Techo y comida', en su caso una mujer en paro, con una hija discapacitada... ¿Este tipo de papeles son los que hacen que la crítica se rinda?

-No sabría como calificar Buena gente, es una obra que no tiene happy end y tiene un cierto tono marrón. En la obra no todos son perdedores, hay un triunfador, pero hay lugar para el humor en medio de la desesperación. Hay millones de Margaritas en el mundo y están en la vida, el cine y el teatro los rescata y cuenta sus historias.

-Usted que ha vivido la locura de los años ochenta, con películas tan atrevidas como 'Entre tinieblas', de Almodóvar, con una madre superiora adicta a las drogas, ¿le asombra que los famosos titiriteros de Granada hayan acabado con sus huesos en la cárcel en pleno siglo XXI?

-Es demencial, no conozco la historia y el contexto, pero ya me da igual por lo desproporcionado de la actuación del juez. No puedes meter en la cárcel a una persona por salir con una marioneta, son víctimas de la manipulación política. Yo estoy en contra de cualquier tipo de violencia, venga del lado que venga, pero es una locura y afortunadamente ya están fuera. Este mundo es un disparate.

-Hay quien dice que quien se acuerda de los años ochenta es que no los vivió. ¿Puede usted evocar esta época?

-Yo sí lo recuerdo, las drogas siempre me han dado mucho miedo por si me volvía loca, si acaso algún porrito que otro. No he frecuentado mucho la noche, me interesaba el mundo de la India y de la meditación, pero creo que no se lo pasaron mal. Cuanto rodé con Pedro Almodóvar en 1984 Qué he hecho yo para merecer esto fuimos al Rockola y era muy divertido.

-Desde 2012 no ha estrenado ninguna película. ¿Coincide esto con el momento personal difícil que contaba antes?

-No, dentro de poco estreno una película dirigida por David Serrano en la que interpreto a la madre de Michelle Jenner.

-Concha Velasco se queja amargamente de que, a partir de cierta edad, es muy difícil que una actriz consiga un papel interesante. ¿Cómo vive usted esto?

-Es verdad, Concha tiene toda la razón, el cine es un reflejo de la vida cotidiana y las mujeres de mi edad a lo mejor ya no interesan a nadie, quizás sólo a las amigas o a las hijas. Bromas aparte, las mujeres de 60 años somos personas fuera del mundo, hacemos un trabajo más anónimo aunque las mujeres son las que sostienen al mundo, las que sostienen a las familias.

-Pero si el cine no refleja esto está perdiendo una de sus grandezas, que es la de ser una foto fija de la sociedad contemporánea...

-Sí, hay parte de la realidad que no queda reflejada, pero es hora de que las mujeres nos pongamos a contar nuestras historias. Es verdad que hay todavía cierto machismo, es una realidad, pero nuestro papel es acabar con esto y ocupar el lugar que nos merecemos en la sociedad. Pero debemos hacerlo sin perder nuestra esencia, sin imitar el mundo masculino y desarrollando lo mejor de nosotras, que es la capacidad de amar, de ponerte en el lugar del otro, la flexibilidad mental. Esto está en nosotras, pero tenemos que empezar a asumirlo y no quejarnos tanto.

-¿En esta línea está su Margarita de 'Buena Gente'?

-Es una mujer que nunca se rinde. Hay millones de mujeres así, pero no lo sabemos porque no salen por la tele.

-¿Vio la gala de los Goya?

-Claro, me pilló actuando en Ponferrada y la vimos en una taberna de allí. Lo pasamos bomba, es más divertirlo verlo así entre compañeros que allí.

-¿La próxima gala espera estar sentada entre las nominadas a mejor actriz por su próxima película?

-Ya veremos.

-¿Los espectadores pueden ser crueles a la hora de encasillar a un actor?

-Es algo normal, el actor ofrece lo que tiene y la gente se queda con lo que más le gusta, es verdad que hay actores a los que se les da mejor una cosa, sea por su aspecto, por su voz... Un buen actor tiene que saber hacer reír y llorar, tiene que ser capaz de comunicar cualquier cosa, pero a mí me encanta hacer reír.

-Echando la vista a los noventa. ¿cómo vivió el rodaje de una película tan surrealista como 'Kika'?

-Es una película que se adelantó a su tiempo, era una historia muy raro con thriller, humor, disparate, oscurantismo... Hay muchos fans de Kika, me dieron un Goya por esa película.

-De hecho, junto a Carmen Maura, es la actriz con más premios Goya, concretamente cuatro.

-Carmen tiene veintitantos... No los tiene, pero se los merece.

-¿Qué esconde Verónica Forqué tras su sonrisa? ¿Timidez?

-Tímida no soy y con los años cada vez menos. De joven era un poco más insegura, pero a mi edad una sólo procura ser agradable con los demás y no hacer daño a nadie. Con eso me conformo, pero no tengo esa preocupación por caer bien, sólo por ser buena persona. Yo no soy una mujer de estar aislada, necesito como todo el mundo mis momentos de soledad, pero me gustan mis prójimos.

-¿Ser buena persona está pasado de moda?

-Decir de alguien que es buena persona es como llamarle bobo. Con lo que cuesta ser buena persona hay que estar muy despiertos para no dejarnos llevar por los diablillos que llevamos dentro.

stats