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No sólo reggae

  • La casa Island, descubridora de Bob Marley, recopila lo mejor de 50 años de música en un constante salto estilístico

La casa Island, con la icónica palmera de su logotipo, siempre quedará en la mente de los aficionados como el sello que descubrió al mundo el reggae en general y a Bob Marley en particular. Fue fundada en 1959 por Chris Blackwell, hijo de un irlandés y una costarricense de ascendencia sefardí, que pasó su infancia en Jamaica pero que construyó durante los setenta un imperio musical en el Reino Unido. Blackwell, que vendió la compañía hace 20 años a la todopoderosa Universal, fue considerado el hombre más influyente de la industria musical británica por la prestigiosa publicación Music week, un dato que da una idea del legendario olfato con el que construyó el inabarcable catálogo del sello.

Desde entonces la marca ha continuado sacando artistas de primer orden, como Amy Winehouse, Pulp, The Fratellis, Keane, Scott Matthews o Mika, todos ellos incluidos en esta recopilación, pero lo más suntuoso de su plantel sigue correspondiendo a la etapa en la que Blackwell lo comandaba con la dedicación del apasionado que es: además de los más populares músicos de reggae (Jimmy Cliff, Toots & The Maytals, Desmond Dekker, Burning Spear o el propio Marley), Island editó los trabajos de Traffic, Fairport Convention, Cat Stevens, Roxy Music, B52's, U2, Nick Drake, Tom Waits (los dos a los que se echa en falta)... La lista es apabullante.

Y es que 50 años dan para mucho, y este disco, que junto a una serie de actuaciones que tuvieron lugar en Londres a finales de mayo, celebra la efeméride con tres volúmenes que dan un variadísimo repaso a la trayectoria de pop global que han sido marca de la casa desde los sesenta. El compendio es un constante salto estilístico y cronológico. Y casi cualquier generación de oyentes encontrará momentos de nostalgia personalizada. Bien con el Relax, de Frankie Goes to Hollywood, la sofisticación algo distante de Grace Jones o el hedonismo de Stereo Mc's o The Christians, bien con el rock añejo de All right now de Free o Living in the past de Jethro Tull, el adhesivo estribillo de Video killed the radio star de Buggles o con el irresistible traqueteo del Keep on running del Spencer Davis Group, que cantaba un Steve Winwood aún menor de edad.

Por apego a lo más distintivo de su catálogo, dejen que me quede con el Israelites de Desmond Dekker y con el original Police & thieves de Junior Murvin con el que The Clash se encargaron de colorear el Londres combativo de finales de los setenta, cuando el punk andaba buscando vías de escape y establecía relaciones promiscuas con cualquier estilo que se cruzara en su camino.

VV.AA. Island-Universal

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