El viajero apasionado

A la sombra de Sierra Nevada

  • Los senderos de Lújar yacen dormidos evocando vida rural ya pasada

Los senderistas aseguran que si la Sierra de Lújar no estuviera tan cercana a Sierra Nevada, sería mucho más valorada y visitada. Su destino, a la sombra de la gran mole blanca, la ha hecho una gran desconocida incluso para los propios habitantes de la provincia.

Para los amantes del senderismo o el paseo sosegado, los entresijos de esta sierra suponen un lugar ideal puesto que los caminos que surcan su entorno yacen dormidos en los derroteros de una vida rural ya pasada. En otros tiempos eran vías vecinales o atajos, ahora son tan sólo veredas olvidadas, bautizadas por la nueva jerga forestal como pistas.

Aparte del itinerario a la cumbre, con un trayecto de 4 horas y partida desde Órgiva, merece la pena proyectar para el mismo u otro día una ruta por el Alcornocal de Lújar. En este lugar, la paz queda tan sólo enturbiada cada 20 años, cuando numerosas partidas de hombres aparecen por aquí durante un par de meses para desnudar los árboles que pueblan este monte. Tras la partida de los descorchadores, los caminos vuelven a su ensimismamiento.

Y es que en la provincia tan sólo hay dos grandes alcornocales: en la Sierra de Lújar y en la Haza del Lino, ambas de titularidad privada, propiedad de la familia Martín-Moré. Los dos fueron mejorados por el bisabuelo de esta saga durante la primera mitad del siglo XIX.

Sin olvidar el objetivo, que es coronar la cima de Sierra Lújar, para admirar en esta época del año (lo que supone un auténtico espectáculo) de frente a su hermana mayor, Sierra Nevada, es preciso desplazarse hasta el municipio de Órgiva, la capital de la Alpujarra.

Hay que salir de esta localidad hacia Vélez de Benaudalla, tomar la carretera hacia la derecha para comenzar una subida de un kilómetro. Más tarde, a la izquierda, el viajero se encuentra con el lugar conocido como Castillejos en el que se encuentran unas antiguas ruinas. El punto de referencia será una casa forestal. Una vez allí hay que tomar un carril que sube al barranco de Los Castillejos, muy inclinado a la derecha y dirigirse a la mina de la Sierra de Lújar o minas de San José. En este punto hay que estar preparado para la ascensión. Desde aquí se toman unos carriles que se dirigen hacia la izquierda que conducirán a la cima. Esta alargada y amplia cumbre es de gran interés tanto ecológico como paisajístico.

Se trata de una zona protegida por el Plan Especial de Protección del Medio Físico de la provincia de Granada y ha sido declarada Complejo de Interés Ambiental.

En el interior de la Sierra de Lújar se encuentra uno de los recursos más importantes de la provincia: el Alcornocal de Lújar. Si quedan fuerzas, merece la pena una segunda etapa.

El sendero base para visitar el mismo tiene una longitud de 7 kilómetros y arranca en la carretera comarcal Motril-Lújar, concretamente en la cota 700. Durante el recorrido, el viajero asciende a una pendiente suave hasta alcanzar los 1.013 metros sobre el nivel del mar, en el punto más alto que es Cerro Alto. El desnivel total es de 300 metros. El itinerario completa un círculo cerrado, puesto que finaliza cerca del punto de partida del mismo.

Para acometer la entrada en el bosque hay que situarse en la ladera este de la Sierra del Jaral y Cerro de la Campana de Ariza, al sur de la Sierra de Lújar y en el término municipal de Lújar.

En el camino, el viajero se encuentra con viejos alcornoques, pinos, enebros, algunos eucaliptos y madroños. Tampoco faltan brezos, olivillas, jaras blancas y moradas, cantuesos, aulagas, romeros, bolinas. Toda esta tupida alfombra de hierbas impregna el ambiente de la ruta con su aroma.

Durante algunos trechos, el sendero se abre al horizonte del mar o se asoma, desde posiciones privilegiadas, a los pueblos de Lújar y Lagos.

Merece la pena perderse por las pistas que se formaron como caminos que comunicaban a los habitantes de unos cortijos de otros y los trayectos que surgieron como resultado de la explotación del corcho y de otras labores de explotación rural.

Una pista de 2.610 metros tiene su inicio en la carretera de Lújar y sube por el Arcornocal hasta el cortafuegos de acceso a Cerro Alto. Otra opción es, al final del Arcornocal, tomar un desvío en el cortafuegos (3.673 metros). Una tercera posibilidad arranca desde la primera pista, a través de un recorrido a media ladera que va a parar hasta la segunda pista señalada.

Más fácil de localizar es otra pista de tan sólo 868 metros que empieza en la carretera de Lújar, conduce hasta el Cortijo 'Las Piedras' y al último camino, que discurre desde la entrada al Cortijo 'Los López', pasa por los cortijos 'Las Monjas', 'Volaberum' y 'El Melero' para morir en la localidad de Lújar.

Seis cortijos suponen la posibilidad de refugio en caso de mal tiempo y viento. Algunos de ellos han sido acondicionados para turismo rural, otros son propiedades privadas. El resto está en ruinas, como 'Las Monjas' o 'Las Piedras', cuyo valor cultural reside en que aún se pueden apreciar los restos de las distintas dependencias que contenía, como su almazara, prensas para el corcho, viviendas para encargados y operarios, capilla y casa principal.

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