El Teatro Alhambra acoge la mezcla de blues y flamenco de Cantes Malditos

El espacio de Calle Molinos acoge el concierto del peculiar proyecto de Pedro de Dios (Guadalupe Plata) y Antonio Fernández

Dellafuente reedita en vinilo ‘Ansia viva’, uno de sus trabajos más aclamados

Concierto de Cantes Malditos en Planta Baja.
Concierto de Cantes Malditos en Planta Baja. / José Velasco / Photogrpaherssports

Carlos Jimena, batería de Guadalupe Plata, afirmaba hace ya unos años que "el blues y el flamenco hablan de lo mismo, de las penas y las alegrías, y lo hacen con mucho sentimiento". Ahora, esa idea parece haberla retomado la otra mitad del grupo, Pedro de Dios, quien se ha embarcado junto a Antonio Fernández en el proyecto Cantes Malditos (Everlasting Records, 2024), una curiosa mezcla entre ambos géneros que llega la próxima semana al Teatro Alhambra.

No es la primera vez que De Dios se sumerge en esa mezcla entre flamenco y blues, pero ahora parece haber abrazado completamente la fusión. Lo hace, además, de una forma casi fortuita, pues Fernández se quedó sin guitarrista a las puertas de grabar el que iba a ser su segundo albúm, fue entonces cuando entró en la ecuación 'La Josefa' (José Sánchez), quien le puso sobre la pista de un guitarrista vecino suyo, que resultó ser el ubetense.

Fue así como voz y guitarra se unieron para dar lugar a lo que hoy en día Cantes Malditos, un proyecto al que después se uniría el propio José Sanchez al bajo (además de ejercer las labores de productor) y Antonio García Cruz (batería). El resultado, publicado este año aunque cocinado desde 2023, son ocho cortes en el que se casa a la Petenera con las guitarras del jondo Delta Blues; la Zambra baila con las tormentas eléctricas; o la seguiriya y la soleá se cantan por western.

El del espacio de Calle Molinos será la segunda actuación del dúo en Granada después de la que ofrecieron en Planta Baja el pasado septiembre. Como en aquel, De Dios y Fernández, y el resto de la banda, se presentarán con su particular puesta en escena, caracterizada, según reza su decálogo, por "usar indumentaria de funeral" y "oscuridad y sobriedad", todo ello entronca con la portada del álbum, tomada prestada de El velatorio (1910), del también granadino Jose María López Mezquita, expuesto en el Museo de Bellas Artes de la capital y frente al que De Dios tuvo ocasión de tocar y que tradicionalmente se considera "uno de los pocos ejemplos existentes que documentan el rito funerario conocido popularmente como 'velorio del angelito'. Esta tradición olvidada, registrada en el Levante peninsular y Canarias hasta inicios del siglo XX, consistía en la reunión nocturna con cantes y bailes en torno a un infante difunto, al que se atribuían facultades intercesoras".

stats