La tirana de Malbrú

La tirana de Malbrú
La tirana de Malbrú
Gonzalo Roldán Herencia

23 de junio 2008 - 05:00

Bajo el título La tirana contra Malbrú el concierto español, dirigido por Emilio Moreno, presentó un programa formado por varias tonadillas escénicas en las que se trata el enfrentamiento entre lo popular y las tendencias afrancesantes que a finales del siglo XVIII se adoptaron en España. La tonadilla era un género escénico de pequeño formato y reducidos medios que, sin embargo, competía en popularidad con la zarzuela barroca, más elevada en sus argumentos y pretensiones. La tonadilla se identificaba fácilmente con las apetencias del público en general, con un lenguaje llano y temas cotidianos en los que lo castizo, la sátira y el humor a menudo estaban presentes.

La primera de las obras del programa fue la tonadilla Los Payos de Malbrú de Pablo Esteve. Una música cargada de giros castizos y melodías de aires populares sirve como base sonora para un diálogo a tres voces en el que un viajero narra a su regreso al pueblo las comedias vistas en Madrid. Raquel Andueza, José Pizarro y Jordi Ricart estuvieron sembrados en la recreación de esta escena.

El mismo trío vocal interpretó junto al concierto español la tonadilla escénica El desengañado de Blas de Laserna, uno de los compositores más importantes del género. Nuevamente la sátira salta a la escena, narrando un pleito en el que se hacen presentes la conveniencia y la avaricia. Llama la atención las seguidillas con las que concluye la tonadilla, en las que se representa el desengaño de la Tirana, personificación de la música castiza española, al ser olvidada por el 'Malbruc', que no es otro que Malbrú imagen de lo francés. Una tirana musical cierra el cuadro, evidenciando el sentir del pueblo que considera su música tradicional como la auténtica y legítimamente española.

La última obra del programa, La cantada vida y muerte de Malbrú, fue en su momento una verdadera joya del género chico. Tuvo un éxito arrollador desde su estreno en 1785. En ella se identifica la Tirana con lo castizo, enfrentado a lo francés, que es representado por Malbrú. En esta tonadilla de Valledor se narra la historia de Malbrú, dando explicación al porqué de esta identificación con lo afrancesado. En realidad, el personaje conocido como Malbrú era el Duque de Malborough, que durante la guerra de sucesión fue dado por muerto en el campo de batalla, generando en las tropas francesas la canción popular; al traducirse esta canción al castellano, se le dio el nombre de Malbrú con el que hoy se le conoce. Pasados los años, esta canción se identificó con la Francia versallesca de Luis XVI, y sirvió para hacer sátira de lo francés frente a lo popular y castizo de la España goyesca. El texto de Valledor está cargado de humor e ironía, cualidad que supieron poner magistralmente en escena el cuarteto vocal. Las voces de Raquel Andueza, Marta Infante, José Pizarro y Jordi Ricart escenificaron con belleza y claridad esta tonadilla, acompañada por los aires galantes del concierto español. Concluyendo la tonada, se cantó una adaptación de la canción popular Malbrú se fue a la guerra en adaptación musical y texto del propio Valledor.

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