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"La tragedia se convierte en comedia dos días después"

  • l En el Teatro Alhambra, los días 3, 4 y 5 de abril. A partir de las 21.00 horas. Entrada, 12 euros.Síndrome Clown representan en el Teatro Alhambra hasta el sábado 'Estocolmo (se acabó el cuento)'

No todos los síndromes son malos. Los hay que utilizan momentos dramáticos para convertirlos en inesperados gags de la vida diaria. Sucede a menudo. "Un accidente doméstico puede ser hoy muy trágico y a los dos días motivo de chiste". La compañía sevillana Síndrome Clown trae al Teatro Alhambra Estocolmo (se acabó el cuento). En ella, los actores Práxedes Nieto y Víctor Carretero utilizan el alocado mundo que nos rodea para convertir en risa todo lo que tocan.

No hay más que mirar ahí fuera para encontrar situaciones cómicas. "En la cafetería a la que vamos a desayunar o en la oficina del Inem". Como cuenta Nieto, ¿quién no se ríe cuando a alquien se le cae un papel y al intentar recogerlo se le terminan cayendo todos? O cuando se derrama el café... "Esa clase de torpezas y de accidentes que tenemos los seres humanos, encima de un escenario y representado por dos payasos, producen la risa del público y la confusión".

Es la filosofía de estos dos payasos. "Darle la vuelta a todo". Lo demuestran en Estocolmo (se acabó el cuento), una obra que comienza "con dos actores que van a representar 59 cuentos muy dramáticos de Chéjov en una hora y cuarto. Cuando están a punto de meterse de lleno en la representación ocurre algo inesperado: deciden dar una vuelta de tuerca y no representar los cuentos sino otra cosa".

Pelucas empolvadas, pañuelos bordados, cortinas y un diván componen la escena. Una viola interpretada por Santi A. Sartori se convierte en cómplice o enemiga de los dos payasos, según le convenga.

A partir de ahí comienzan los enredos, los equívocos y los segundos sentidos. Humor y situaciones delirantes que llevan al espectador a un mundo lleno de caos y de sentido a la vez que les hace sentir por los actores una complicidad extraña. Todo ello, aderezado con una gran dosis de ese humor inteligente "tan falto hoy en día. Cada vez queda menos -cuenta el actor- con tanta televisión y tanta mediocridad como hay hoy en día, pero si se busca se puede encontrar. Nos inspiramos mucho mirando hacia atrás, ya sea a Chaplin, o los hermanos Marx… intentamos mirarnos en ellos".

A parte de la pareja clásica del circo formada por un payaso listo y uno torpe, Síndrome Clown se caracteriza por los juegos de palabra, que producen muchos errores, darle la vuelta a la palabra, lo que parece que va a significar resulta que al final no porque ante todo ellos son payasos. "Desafortunadamente la palabra payaso se usa habitualmente más como un insulto que como lo que realmente es. Somos dos actores que intentan hacer reír".

Cuando hacen un montaje, explica Nieto, "sólo intentamos que el público pase lo que dure riéndose y se olvide de todo lo demás. También nos gusta darle algo de profundidad al humor y, aunque es un tipo de humor muy blanco, sí reflexionamos y buscamos la identificación hasta el punto de que el público termina pensando 'vaya de lo que me he reído".

A ellos les pasó cuando leyeron algunos de los cuentos de Chéjov. La señora del perrito o Poquita cosa "son títulos que de por sí hacen reír. La idea era darles la vuelta".

Su primera incursión en la versión de grandes obras comenzó con La prematura muerte de un viajante, una versión muy libre del texto de Arthur Miller con una crítica social sobre temas tan actuales como la emigración, la burocracia, la búsqueda de la fama, el progreso, la justicia… con el argumento de la obra de Miller como hilo conductor.

Para el año 2009, el reto será darle la vuelta a la novela de Miguel Delibes Cinco horas con Mario. En ella Práxedes Nieto y Víctor Carretero dirigirán a tres actrices en una obra en la que ya trabajan y que se llamará Una hora y cinco con Mario.

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