Y la vencedora por KO es... Paola Valverde

La escritora costarricense publica en la editorial Lápices de Luna 'La quinta esquina del cuadrilátero'.

Paola Valverde, con dos guantes hechos con papel de periódico.
Paola Valverde, con dos guantes hechos con papel de periódico.
G. Cappa Granada

18 de mayo 2016 - 05:00

"Este es un libro pactado a ocho asaltos". Así comienza La quinta esquina del cuadrilátero, donde Paola Valverde puede desde bailar a su adversario como Muhammad Ali , dejarlo noqueado en el segundo asalto como George Foreman o encajar un golpe tras otro como Chuck Wepner. "Cruzar los guantes poéticos con la escritura de Paola Valverde es una de las experiencias más estimulantes de la última poesía en español", señala Joaquín Pérez Azaústre en el prólogo del libro que acaba de editar en España la editorial Lápices de Luna, en una edición que tiene al añadido de las ilustraciones de María Kings. La escritora costarricense, que estos días participa en el Festival Internacional de Poesía de Granada, se vale lenguaje pugilístico como una metáfora del amor, donde a la máximo a lo que pueden aspirar los contendientes es a un empate técnico...

-¿Su intención es dejar KO al lector?

-El boxeo es movimiento, es un deporte muy rudo y en ocasiones el amor y la vida pueden tener esa misma carga de adrenalina en la sangre, de entrenamiento, ya sea para renunciar a una historia o para seguir ahí. Es un libro de empoderamiento femenino, en el que se da una lucha de principio a fin a través del personaje de la perra de Paublov, la boxeadora que está en una pelea con ella misma con esta idea del amor y de renunciar a la misma violencia que viven día a día muchas mujeres. Es un libro para aprender a tirar la toalla, porque hay un momento para huir si algo te está haciendo daño. Pero el amor es igual que el boxeo, lo dice un poema, siempre quieres subirte de nuevo.

-Como decía la canción 'Mentiras Piadosas', de Joaquín Sabina, "el amor es un ring de boxeo". ¿Estamos entonces condenados al fracaso?

-Hay un momento en el que lo importante es poder vivir en paz. Dice mi esposo que "el orgasmo es la única competencia donde la verdadera victoria es el empate". Es el orgasmo visto como una metáfora, como una relación de amistad, de respeto mutuo. Hay momentos para ponerse los guantes y hay momentos para quitárselos y entrar en el terreno de la ternura. Hay momentos dentro del ring en que tu compañero no tiene que ser tu contrincante, sino la persona que te alcance el agua y te de una palmada en la espalda. Esa es mi percepción del boxeo en este momento. El libro es también un homenaje a boxeadores como Ali, Lamota, Stevenson... Utilizo un lenguaje boxeístico para crear las metáforas, en todo el libro está presente el movimiento, la agitación.

-El amor cuando chocan los guantes, ¿tiene algo que ver con la lucha de sexos?

-Creo que hay una voz de mujer muy fuerte, se siente que es una mujer guerrera. Yo creo mucho en la mujer guerrera, que es para mi la madre soltera, la mujer que se levanta todos los días para ir a trabajar además de llevar el hogar, criar a sus hijos… Creo que hay una voz muy potente y muy poderosa que brota de toda esa imagen boxeística.

-La mujer, en la literatura en general, es muchas veces como un sparring para el autor. ¿Es esto extrapolable a la vida real?

-Sí, hay mujeres que han ido ganando espacios muy importantes en la política, en el deporte o en el arte, pero cuesta mucho. Si nos ponemos a comparar a mujeres y hombres en la literatura, siempre hay mas poesía masculina en las librerías, sobre todo en el lugar del que vengo, de Centroamérica, que es una sociedad muy machista.

-Costa Rica es en muchos aspectos un ejemplo de civismo, como el hecho de carecer de ejército...

-Hay algo muy fuerte que es el pensamiento. Hay mujeres que asumen un rol y ellas mismas van cargando con ese machismo y esa forma de educar a sus hijos. Hay paradigmas que se tienen que ir rompiendo. Hay mujeres que piensan que se tienen que casar y tener hijos inmediatamente y si sufren una agresión y están casadas tienen que aguantar toda la vida porque así lo manda Dios…

-Parece que tiene cierto gusto por el lado salvaje de la vida; trabajó en un presidido llevando la poesía a los presos y en su anterior libro, 'Bartender', retrató la noche y sus demonios. ¿Al filo de la navaja es donde mejor brota la poesía?

-Este libro es toda la experiencia que mi esposo y yo tenemos tras montar nuestro bar en Costa Rica, que antes se llamó Rayuela y ahora es El Lobo Estepario. Es un libro de la noche que recoge la experiencia y las historias de cansancio, de locura, de alegría, de euforia, de todo lo que te puedas imaginar, de dolor, también de amigos... Y ahora, sin embargo, acabé de escribir un libro que tiene muchisima luz y mucho verde. Lo que a mí me gusta es trabajar el concepto y agarrar una idea. No es algo que lo piense, sino que es algo que llega a mí y de repente arranca con un poema y me doy cuenta de que hay todo un mundo atrás y empiezo a desarrollar el proyecto.

-Decía Rocky Balboa en la sexta entrega de la saga: "Ni tú, ni yo ni nadie golpea más fuerte que la vida, pero no importa lo fuerte que golpeas, sino lo fuerte que pueden golpearte. Y lo aguantas mientras avanzas, hay que soportar sin dejar de avanzar, así es como se gana". ¿A Sylvester Stallone le hubiera gustado leer su libro?

-Vi mucho cine de boxeo, leí reglamentos y me metí a boxear, muy mal pero me sirvió para sentir qué era eso que me estaba guiando a transformar las palabras en un ring de boxeo, o mas bien aprender a boxear con las palabras. Era muy importante respirar ese sudor, ver cómo eran los gimnasios, conocer a los boxeadores. Estuve cerca de algunos boxeadores de Costa Rica, iba a las peleas acompañada de mi papá. Este libro lo escribí con 20 años y la vida me da ahora la gran oportunidad de publicar en España la tercera edición, que ya viene mucho mas depurada, ampliada, redonda. La verdad es que me gusta la vida real...

-¿Se pierde verdad y se gana impostura en el mundo de la literatura?

-Quien sigue el camino del corazón no se equivoca nunca. Hay que aprender a honrar la palabra, no en lo que decimos, sino en lo que cumplimos y en la responsabilidad que tenemos. El problema es el ego y que las personas no son agradecidas, el agradecimiento es fundamental. La palabra que mejor vibra es "gracias", si yo no soy agradecida y quiero más y más, llega un momento en que no podrás tenerlo todo, no puedes comprar el mundo. Hay que aprender a parar y los criminales de traje y corbata carecieron de algo muy importante, la humildad. Esas personas le han hecho mucho daño a nuestros pueblos, pero no es algo de ahora, pasa desde siempre y seguimos repitiendo patrones... Y volvemos a la lucha, de nuevo al ring de boxeo.

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