Partiendo de la tesis de que el western como género cinematográfico está muerto, asesinado por quienes más lo querían el escritor y cinéfilo Jesús Lens publica Muerte, entierro y funeral del western, un ensayo en el que hace un recorrido por algunas de las claves que contribuyeron a conformarlo como género único e irrepetible.El libro, publicado en edición digital por la editorial Palabristas y que se puede adquirir por un euro a través de la plataforma www.lektu.es, analiza la razón por la que el western, que alcanzó las cotas más altas dentro del arte cinematográfico, yace muerto en oscuras videotecas e ignotos cineclubes.

En poco más de cincuenta páginas, el autor se detiene a analizar cuatro películas clave en este proceso criminal contra el western: Grupo salvaje, de Sam Peckinpah; Hasta que llegó su hora, de Sergio Leone y Sin perdón y Gran Torino, de Clint Eastwood.Cuatro obras maestras del cine, incluida una de las cintas de Eastwood que, no siendo un western formal, sí lo es en espíritu, lo que da pie a Jesús Lens a escribir un postfacio: El western ha muerto. Viva el western. En él, el autor explica cómo el género del oeste se ha transmutado en algo diferente, impregnando y dejando su impronta en la ciencia ficción, road movies, películas de acción y aventuras, etcétera.

Muerte, entierro y funeral del western es un trabajo que tiene su extensión y continuidad en las redes sociales, a través de una página abierta en Facebook en la que los lectores podrán opinar sobre el tema en concreto y sobre el western en general, con el objetivo de generar debate creativo.