Análisis

María Eugenia Rufino Morales

Alcaldesa de Salobreña

Carta abierta de la alcaldesa de Salobreña: "Señora Olona, usted y yo somos todo lo contrario"

Tras el archivo de la denuncia de la excandidata de Vox a la Junta contra María Eugenia Rufino por el asunto del empadronamiento, la regidora desvela que ha sufrido "insultos y amenazas" 

Carta abierta de la alcaldesa de Salobreña: "Señora Olona, usted y yo somos todo lo contrario"

Carta abierta de la alcaldesa de Salobreña: "Señora Olona, usted y yo somos todo lo contrario" / G. H.

Hoy he recibido la notificación de un Auto del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Motril, en el que se acuerda el sobreseimiento de las diligencias previas que se incoaron a raíz de la denuncia que Dª Macarena Olona Choclán me interpuso por un supuesto delito de prevaricación. Digo supuesto, que ni eso ni presunto, pues no se puede presumir algo que con certeza se sabe que no es. De quien su profesión otorga un vasto conocimiento jurídico, no se puede esperar error en la apreciación de un delito, como tampoco desconocimiento del alcance de la falsa imputación de un delito.

Desde el 23 de mayo de 2022 en que se interpuso la denuncia, no he tenido la más mínima preocupación respecto a la misma, pues era más que evidente que, si prevaricar requiere dictar una resolución que perjudique y la misma no se produjo, difícilmente hay objeto alguno que juzgar. Tan es así, que son las propias consideraciones del Ministerio Fiscal, tanto respecto a la (no) prevaricación como al (no) delito electoral, las que con tales argumentos interesan el sobreseimiento de las actuaciones, por no hallar justificación de perpetración de delito alguno. Sin embargo, sí desde esa fecha hasta hoy, y sobre todo en el momento en que se utilizó la publicidad de esta denuncia para beneficio electoral, ha sido difícil aguantar mucho de lo ocurrido.

Cierto es que dos acontecimientos rebajaron la tensión de los primeros meses. Por un lado el fracaso electoral sin paliativos que dejó a VOX fuera del gobierno andaluz. Y por otro lado, cuando el proceso administrativo se culminó, y por acuerdo de la Sección Provincial del Consejo de Empadronamiento de fecha 17 de Noviembre de 2022, en que se indicaba: “procede dar de baja, en el padrón municipal del Ayuntamiento de Salobreña, por inscripción indebida, a Macarena Olona Choclán”, entonces sí, firmé el decreto de baja. El primero de los acontecimientos me quitó el temor que me producía imaginar a la ultraderecha gobernando Andalucía. El segundo, simplemente corroboraba de manera anticipada que la que había cometido un delito no era precisamente yo.

Durante meses he tenido que soportar una cantidad indecible de insultos e incluso graves amenazas, provenientes de los voceros que, en su mayoría bajo perfiles falsos, hacen el trabajo al que ya nos tienen acostumbrados en este país últimamente, de embarrar la vida política. A los que no se han ocultado siquiera, sólo les diré que no merecen ni un segundo más de mi tiempo para decirles lo que pienso de ellos. Lo que realmente me costará olvidar, ni perdonar, es el sufrimiento de mi familia por todo esto.

Podría haber hablado antes pero esperaba este momento, porque creo en la justicia y porque mis principios me hacen respetar incluso a quienes conmigo no lo hacen. Y ahora que hablo... podría arrojar calumnias, podría interponer una denuncia y llevarme las cámaras de televisión a la puerta del cuartel de la Guardia Civil, podría grabar un vídeo en la plaza del pueblo vociferando que alguien tiene cara de imputada, podría alentar a miles de seguidores en mis redes a perseguir implacablemente a quien estorba en mi camino, podría hacer todo eso pero sencillamente, no. No. Ni por asomo. Porque no todas somos iguales. Porque en política, como en la vida, no todo vale.

No sólo estamos en posiciones políticas antagónicas. Es que, Señora Olona, usted y yo somos todo lo contrario.

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