Análisis

Pedro Benzal

Profesor de Filosofía y ex delegado de Cultura

Ciudad Europea de la Cultura 2031

Las instituciones deben realizar un gran esfuerzo en infraestructuras y potenciar la programación cultural no sólo en la ciudad de Granada sino también en toda la provincia

El Palacio de Carlos V, durante el Festival Internacional de Música y Danza

El Palacio de Carlos V, durante el Festival Internacional de Música y Danza / Álex Cámara

Granada es "cultura y patrimonio", eso es una verdad tan clara como el agua. Por eso, cuando surge hace años la idea de optar a Capital Cultural en el 2031 se busca desde el principio el consenso entre todas las instituciones: Ayuntamiento, Junta de Andalucía, Universidad, Diputación, empresarios... Ese era y es el camino. Hay que realizar un gran esfuerzo en infraestructuras y potenciar la programación cultural no solo en Granada ciudad sino también en su provincia.

Cuando en 2016 fue elegida San Sebastián como Capital Cultural Europea también optaban otras capitales españolas de Burgos, Las Palmas, Segovia, Zaragoza y Córdoba. La ciudad andaluza debe ser nuestro modelo a seguir porque realizó un magnífico proyecto y fue capaz de implicar a todas las instituciones y lo más importante a toda la ciudadanía. De hecho fue una sorpresa que no fuese la elegida, pero aprovechó el trabajo para potenciar todos sus valores como ciudad de encuentro, luego llegaron los reconocimientos al conjunto arqueológico de Medina Azahara. Córdoba es hoy una ciudad moderna que es modelo en la conservación de su patrimonio.

Este año 2020 es sin duda clave para el trabajo que la sociedad granadina y sus dirigentes tienen por delante. No conozco de forma pormenorizada el trabajo que viene haciendo la comisión que a tal efecto tiene constituida el Ayuntamiento de Granada, pero hay que formalizar una propuesta rigurosa y ambiciosa (Córdoba puede ser la referencia) para el 2024 que está a la vuelta de la esquina.

En la propuesta debe ir expresado el modelo de ciudad de Granada, su modelo de urbanismo y de conservación del patrimonio y también el modelo de la provincia que goza de un gran patrimonio y de un gran impulso cultural y turístico. Somos probablemente la provincia más diversa de este país, Sierra Nevada, la Costa tropical, Los Montes, el Marquesado, La Alpujarra, el Valle... una diversidad no solo de territorio sino también expresada en su diversidad cultural.

Granada además de cultura es una ciudad educadora, por eso integrarnos en la red de ciudades educadoras sería un instrumento muy útil para combatir el déficit social de conocimiento del proyecto de Capital Cultural, que hoy tienen los granadinos.

En la propuesta debe ir expresado el modelo de ciudad así como el de la provincia

Cuando la semana pasada en Fitur se ha conocido la intención de Jerez de competir con Granada, hay que señalar que es una mala noticia que el Gobierno andaluz debe solucionar cuanto antes. Ver al señor Marín con su chapa de Jerez en la solapa apoyando a Granada es algo que solo se le ocurre a un político. Con todo respeto no es el momento de Jerez.

Aunque Granada podría incluir en su proyecto algunos elementos comunes a Jerez como es el flamenco, donde se tuviese presente a la ciudad hermana. No vale solo con la riqueza patrimonial que Granada y su provincia tienen como pocas provincias españolas, hay que construir un proyecto ilusionante, que genere un amplio consenso no solo político sino también social y económico. Los empresarios tienen que implicarse de una vez por todas en lo que es Granada, cultura y patrimonio. La Universidad debe liderar también este proyecto y las asociaciones profesionales y de vecinos debe sentir el proyecto como propio.

Debemos consolidar y potenciar lo que tenemos, nuestro Festival Internacional de Música y Danza, nuestra OCG, nuestros festivales de cine (que sana envidia de Málaga) nuestros museos y teatros y nuestros festivales de tango, de magia...

Debemos llamar con fuerza a las puertas del Gobierno de España y de la Junta de Andalucía y debemos de creernos lo que somos y que el 2031 es el tiempo de Granada, "toca Granada" no es tiempo de llorar, es nuestro momento y todos debemos ilusionarnos y trabajar para conseguir algo que nos corresponde ser la Capital de la Cultura Europea en 2031.

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