El pasado 30 de noviembre, tuve ocasión de asistir al Primer Foro de Granada Ciudad Educadora celebrado en el Palacete Quinta Alegre. Resultó muy gratificante comprobar in situ que, por una vez, los agentes políticos, económicos, sociales y culturales están unidos en un proyecto fundamental de ciudad, poner a la educación como percha del modelo de ciudad.

En los últimos tiempos, existen indicadores que nos muestran de forma objetiva, que el Ayuntamiento de nuestra ciudad camina en la buena dirección para tener un modelo de ciudad moderna y transformadora, en el que desde los colegios, institutos y nuestra Universidad, la educación ha de ser parte esencial.

Un gran pacto de la ciudad para llevar a la educación fuera de las aulas y al corazón de la participación ciudadana, se hace fundamental en este proceso.

Tras la adhesión de Granada a la red de ciudades educadoras el pasado mes de mayo, ahora parece que será el intento definitivo, no olvidemos que ya estuvimos en el camino antes, pero la falta de consenso hizo inviable este proyecto en el que la participación ciudadana en todas sus facetas se hace estrictamente necesaria. Hemos de pensar entre todos qué modelo de ciudad queremos, todas las áreas del ayuntamiento deben de trabajar coordinadas y la educación cívica ha de ser la referencia.

Es sin duda en la ciudad, donde todos los ciudadanos alcanzamos nuestros objetivos de realización personal y donde la educación se hace necesariamente fundamental.

El Proyecto Educativo de Ciudad (PEC), debe tener presentes los Planes de Centro de los colegios e institutos de nuestra ciudad, en aquello referido a las relaciones de estos con su entorno (instituciones, asociaciones, barrios…).

Absolutamente nadie discutirá que los colegios e institutos son un reflejo de su entorno. Los que hemos tenido que realizar muchos Planes de Centro a lo largo de cuarenta años de profesión docente, sabemos que el profesorado está condicionado en su trabajo por el alumnado, las familias, las infraestructuras y todo el entorno del barrio en el que se encuentra ubicado el centro escolar. Las relaciones con el ayuntamiento han de ser de colaboración, porque el objetivo común de ambas instituciones es en última instancia formar ciudadanos con todo lo que ello conlleva.

En esta línea, debería ser más habitual la firma de convenios de colaboración entre los centros y su ayuntamiento en el uso de las instalaciones (deportivas, biblioteca, aulas, etc.), no solo en los colegios que tienen una mayor dependencia normativa de los ayuntamientos, sino también en los institutos, cuyas instalaciones deberían ser optimizadas en el buen uso por los vecinos del entorno.

Los centros educativos deben estar conectados a la sociedad, a las asociaciones, en definitiva, a los barrios, que constituyen su entorno de aprendizaje.

Hay experiencias en otras ciudades andaluzas, como es el caso de Córdoba, a través de la Asociación la Tribu Educa, en las que se aprovecha el capital educativo del profesorado jubilado, realizando distintas aportaciones de éxito.

Se crean figuras como tutores de barrio, tutores de bibliotecas o tutores de patrimonio histórico; se realizan programas de celebración de efemérides, creación de rutas saludables, rutas escolares en las que participan las familias; se promociona la formación de ciudadanos, con visitas como el cole va al pleno, o se ocupan los espacios públicos mediante la organización en los propios centros para que estos sean "responsables de plazas o monumentos emblemáticos del barrio".

Las diferentes actuaciones tendrán como objetivo formar ciudadanos (los niños) para ser corresponsables de asuntos tan importantes como la limpieza de su barrio y su ciudad o la conservación de sus lugares de ocio (columpios y material lúdico), por poner algunos ejemplos.

Formar ciudadanos es lograr que los vecinos sientan la ciudad como propia, esto ha de ser uno de los objetivos primordiales de una ciudad educadora.

Premiar y difundir las buenas prácticas será relevante, y el papel de los medios de comunicación en sus distintos formatos es sin duda fundamental en estos proyectos participativos. Para un proyecto de ciudad educadora es muy importante la forma en que se construya. Ha de tener un responsable o coordinador, un equipo de expertos debidamente cualificado y dicho proyecto ha de construirse a través de la participación ciudadana.

Es la hora de Granada, se está en el buen camino por contar con un coordinador y un equipo altamente cualificado y lo más importante, un gran pacto de ciudad para lograr que la educación sea el alma de nuestra querida Granada.