Wall Street vivió anteayer una jornada de intensas caídas, tras unos datos de inflación peores de lo esperado, especialmente si se observa la evolución de la subyacente, que se ha situado en el 6,3% interanual (+0,6% mensual). Ello tuvo un impacto negativo en los principales índices de renta variable asiáticos, que cerraban también con descensos significativos.

Se esperaba con optimismo que los datos de inflación estadounidenses trasladaran una mayor tranquilidad, pero la persistencia de las tensiones continúa, a pesar de las decididas subidas de tipos de interés. Esto, a su vez, genera preocupaciones ante la posibilidad de que las próximas subidas sigan siendo agresivas, lastrando aún más el crecimiento de la economía. Si el escenario central era el de una subida de 75 puntos básicos en la próxima reunión de la Fed, empieza a ganar peso la posibilidad de que llegue a verse un incremento de 100 pb en septiembre. Una subida de este calibre implicaría tener que revisar las previsiones de crecimiento y, a buen seguro, las empresas comenzarían asimismo a ajustar sus expectativas de beneficios.

En Europa también el rojo predominó en los principales índices, si bien las caídas fueron más moderadas. El Íbex 35 cerró en 8.055 puntos (-0,10%), salvado en parte por la subida del 3,78% de Inditex, que presentó sus cuentas del primer semestre. Y lo ha hecho a lo grande, superando las expectativas, con récord en ventas y beneficios a pesar del complejo entorno. Los valores más castigados fueron los más ligados al ciclo, como ArcelorMittal (-4,16%).

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