Jornada de variaciones a la baja en los índices de renta variable en Europa y EEUU tras un mes de febrero que ha reflejado una mayor resiliencia de la actividad a lo esperado previamente, al mismo tiempo que se ha confirmado la persistencia de las tensiones inflacionistas tanto en EEUU como en la Eurozona. En este contexto, la sesión comenzaba con cierto optimismo ante la publicación de los PMI manufacturero y no manufacturero de China, que han alcanzado niveles máximos en una década, superando incluso sus registros previos a la pandemia. Así, el dato de febrero del PMI compuesto del servicio nacional de estadístico chino ha repuntado a 56,4 puntos (vs. 52,9 puntos de enero), confirmando la reactivación económica de la potencia asiática tras el fin de las restricciones y la reapertura de la economía.

En contraposición a este optimismo en torno a China, en Europa el apetito por el riesgo comenzó a disminuir a medida que se conocían las referencias macroeconómica. El PMI de IHS Markit continúa en fase de contracción reflejando el deterioro del consumo y la caída de las órdenes de pedidos. A su vez, tras los negativos datos de evolución del IPC en España y Francia ayer, la primera estimación de la inflación general de Alemania en febrero ha reflejado un nuevo repunte hasta un 8,7% interanual, 0,2 puntos superior a la tasa estimada por el consenso de analistas de un 8,5%, y 0,1 puntos superior a la de enero de un 8,6% interanual. Este dato constata la persistencia de las tensiones inflacionista y refuerza los argumentos de una política monetaria más hawkish por parte del BCE.

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