Mayo para empezar la desescalada. Para volver a empezar desde una 'zona cero' porque en el ambiente flota la convicción de que ya nada volverá a ser igual. Volver a empezar, la inmortal composición de Cole Porter, canción de título adecuado para este comentario de hoy en cuanto a su traducción al español desde el lejano año de 1934 en que fue compuesta, aunque su título original, Begin the beguine se preste a distintas interpretaciones.
A veinticuatro horas de 'pisar las calles nuevamente', el contraste entre este viernes festivo sin fiesta y el de años anteriores, el puente de salidas masivas que hoy estaría llenando las playas, se convierte en un acelerado pálpito, que el reloj no detenga su camino, que lleguemos a mañana, sábado en que nos dan 'vidilla' por una hora y un kilómetro. Volver a empezar para "sentir las cosas de siempre", según expresa la primera estrofa, escrita obviamente en un tiempo en que resultaba imposible prever que esas cosas de siempre difícilmente serán como siempre. Como todavía estará vetado el encuentro y rige el distanciamiento social, podremos tararear en nuestro paseo ese "quiero saber qué fue de tu vida" con el que nos hemos estado preguntando en este mes y medio de cuarentena cómo le va a los demás en su confinamiento. Más ese "quiero saber si todo se olvida / para volver a empezar" de problemática traslación al momento actual, pues difícil va a ser olvidarse de este 'todo' que nos asedia y más difícil todavía ese volver a empezar según el contexto de dificultades en que se desenvolverán nuestras vidas a partir de ahora.
Una canción más romántica en su letra en español que en la composición original, donde invoca amores perdidos: "Yo, que siempre jugué con tu amor hasta el final / y seguro yo estaba que tú aún me querías, / hoy al ver que ya todo acabó qué no daría / para volver a empezar". La letra original, en el mismo tono romántico, tendría una traducción más ajustada a estos tiempos de coronavirus: "To live it again is past all endeavor" ("Vivir de nuevo está más allá de todo esfuerzo"). O, también: "Till clouds came along / to disperse the joys we have tasted / and now when I hear people curse the chance that was wasted / I know but too well what they mean" ("Hasta que llegaron las nubes negras / para dispersar las alegrías que habíamos saboreado / y hoy, cuando escucho que la gente / maldice la oportunidad que desperdició, / sé demasiado bien lo que significan"). Por las pequeñas cosas que disfrutábamos sin valorarlas hasta que esta reclusión nos alejó de esas satisfacciones que hacen más agradable la vida.
Y toda esta variedad de letras porque una traducción literal del título, Begin the beguine, nos llevaría a Comienza el beguine, entendiendo 'beguine' como el nombre que en la actualidad se le da al ritmo con el que fue concebida la canción. Según confesión del propio Porter, se inspiró en los sonidos de una banda de Martinica que escuchó en un café cantante durante su estancia de varios años en París, una fusión que bautizó como 'rumba calipso'. Begin the beguine. Aceptada la denominación actual de este ritmo como 'beguine', parece evidente que no era ese el propósito de Porter cuando compuso melodía y letra de la canción. Así, el 'rebautizo' como Volver a empezar aparece justificado con un análisis de la letra, que gira en ese sentido de un amor interrumpido y el anhelo de recuperarlo tanto en la versión original como en su traducción al español. De Frank Sinatra a Julio Iglesias, el listado de intérpretes que incorporaron Volver a empezar a su repertorio excedería el espacio reservado a este humilde cancionero.
Cole Porter, en definitiva, un nombre imprescindible para asomarse a la música del siglo XX y los grandes y 'glamourosos' espectáculo de Broadway, autor de piezas universalmente conocidas, no solo esta 'Begin the beguine', también 'Nigth and day', 'Easy to love', 'True love', 'Friendship', 'You're the top' y un sinfín más de canciones que llevan su firma y sello personal y han servido de banda sonora en la gran pantalla, hasta convertir a su autor en personaje y protagonista de películas biográficas, la última 'De lovely', filmada en 2004, además de una aparición del compositor, interpretado por Yves Hekc, en el filme de Woody Allen 'Midnigth in Paris' (2011). Y 'Begin the beguine' en el propósito de este cancionero para hacer más llevadera y amena la espera hasta la desescalada total.
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