Análisis

Ramón Ramos

Bailando

El baile como terapia para evitar que se anquilosen huesos y articulaciones, pero con actividad moderada para evitar los dolores en fémur que expresaban Alaska y los Pegamoides

Bailando (Alaska y los pegamoides)

Bailando (Alaska y los pegamoides)

El baile como terapia ocupacional en estos días de reclusión obligada en el propio domicilio. Una forma de evitar el anquilosamiento de los huesos y articulaciones, al tiempo que combatir el aburrimiento automarcándonos rutinas y obligaciones, entre ellas el ejercicio diario, con el que paliar la imposibilidad del paseo por las calles y parques más cercanos. 

Bailando, aunque sin pasarse el día entero bailando, como proclamaba Alaska en su etapa Pegamoides y esa grabación, 'Bailando', con tanta dedicación que los vecinos "no paran de molestar". Una interpretación a la inversa sugiere que eran más bien Alaska y sus Pegamoides los que no paraban de molestar con su actividad danzarina y que eran las protestas del vecindario las que enfadaban a nuestra cantante en aquellas alturas de 1982, momentos iniciales y esplendentes de la 'movida' madrileña en que se sitúa esta canción con la que alcanzó plena fama la cantante hispano-mejicana. Moviendo la pierna, moviendo el pié, moviendo "la tibia y el peroné", la cabeza y el esternón, la cadera "siempre que tengo ocasión". Así, durante "todo el día, / con o sin compañía", una posibilidad esta última que en el momento actual de cuarentena solo podría llevar a cabo en solitario. 

Una actividad que, casi 40 años después, sería recomendable practicar con alguna moderación para no caer en aquella dedicación de 24 horas al baile que ya en su época provocaban males en la estructura ósea de la entonces juvenil cantante: "Tengo los huesos desencajados, / el fémur tengo muy dislocado, / tengo el cuerpo muy mal", aunque el desenfrenado movimiento danzarín proporcionaba como contrapartida "una gran vida social" que, en tiempos de coronavirus, sería impensable debido a la obligatoriedad del confinamiento. Si Alaska, a sus 20 años de entonces, ya presentaba estos síntomas de desencaje óseo y fémur dislocado es de suponer -y desear- que la cantante tomase las precauciones debidas para haber llegado a este 2020 sin que la artrosis se haya apoderado de su cuerpo...

Este 'Bailando' que Alaska grabó con Pegamoides llegaba algo desubicada en el tiempo, pues estaba reciente pero superada la fase de los 'travoltines', esa que siguió a dos películas capitales en la historia de la música, 'Fiebre de sábado noche' y 'Grease', además de -en menor medida- 'Por fin ya es viernes', que pusieron de moda las discotecas, la música-disco y los/las imitadores de Jhon Travolta, vocación a la que se entregaron y fusionaron con naturalidad en el 'bailongo' a finales de los 70 tanto algunos de los que habían crecido a los sones de la canción protesta y los cantautores de los años de la transición como algunas 'monjiles' transeúntes de la adolescencia a la madurez sin parada intermedia. 

Hoy, cuando aquellos 'travoltines' se acercan o superan la edad de jubilación, esta 'Bailando' no es recomendable en el sentido estricto que hemos comentado en párrafos anteriores. Es decir, vale como ejercicio pausado y moderado que evite el anquilosamiento de articulaciones en estos días de obligada parálisis. Pero, en ningún caso, en dedicación-servicio de 24 horas porque produce daños en huesos y fémur, según confesión de la cantante, incluso en los cuerpos juveniles, además de causar molestias entre el vecindario que no son aconsejables en aras de la educación, la convivencia y las buenas costumbres. 

En cualquier caso, estos días de confinamiento y el baile que sugiere el comentario de este cancionero analítico se ajustan a lo que cantó Mecano unos años después, cuando los hermanos Cano y Ana Torroja "sola en mitad de la pista" reconocieron "a la Carmela en acción", ¿dónde?: "Bailando salsa" (el ritmo que a principios de los 90 reemplazó a los 'travoltines' de finales de los 70) "al son del ritmo sabrosón / de las caderas de Carmela". Bailaba sola en tiempos anteriores al confinamiento, lo mismo que en esa época 'Ella baila sola', que paradójicamente a la 'soledad' de su nombre era un dúo femenino. Si es que ya lo dijo Sergio Dalma: "Bailar pegados no es bailar". En todo caso, como estamos confinados, aplazamos la cuestión para cuando finalice la cuarentena, en que haremos bueno el pronóstico de Demis Roussos: "We shall dance" ("Bailaremos").     

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