Salud sin fronteras
José Martínez Olmos
Dana y riesgos sanitarios
El pasado martes el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha presentado sus proyecciones de crecimiento económico, estimando que el avance del PIB mundial se sitúe este año y en 2025 en un 3,2% anual. Estas estimaciones se anuncian en un contexto marcado por la guerra de Ucrania, las tensiones geopolíticas de Oriente Medio, la ralentización de la economía china y las incertidumbres sobre el resultado de las próximas elecciones electorales en EEUU por sus importantes implicaciones globales.
A pesar de la resiliencia esperada de la economía mundial, la Eurozona seguirá marcada por su menor dinamismo frente a EEUU, con un ritmo de crecimiento de un 1,2% anual el próximo año. Con ello, se constata el impacto de la compleja situación económica de Alemania y Francia, a pesar del impulso que podría generar sobre la actividad la mayor relajación de la política monetaria del BCE. Una senda que contrasta con la de España, que tras registrar un avance del PIB de un 2,9% anual este año, seguirá liderando previsiblemente el crecimiento entre las principales economías de la zona monetaria europea.
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