La duda como método para llegar a verdades ciertas desde las que fundamentar el conocimiento posterior. Descartes desarrolló esta duda metódica en el siglo XVII pero la canción que asoma a este cancionero analítico de hoy no ha ido tan lejos en el tiempo y en su discurso de la duda apela a Antonio Flores y su 'No dudaría', datada en 1980, una duda en condicional que, tres siglos después de la duda cartesiana, es más de actitud y arrepentimiento por los errores cometidos que método para conocimientos sucesivos.

'No dudaría' inspira este comentario de hoy con ese mismo afán condicionado: "Si pudiera..." olvidar, borrar, explicar, quemar, sembrar, devolver, olvidar, lograr... Hasta ocho infinitivos (uno de ellos, repetido), para la formulación final, "no dudaría en volver a reír". Que en el contexto de esta crisis y sus protagonistas políticos se expresaría de otra forma. Es decir, ¿qué, cuáles, cuántas 'experiencias' de las que relata Antonio Flores en la canción llevarían a nuestros políticos, en el contexto de la gestión de la crisis por la pandemia, al remordimiento por el error cometido y a no dudar si pudieran echar atrás en el tiempo y supieran lo que ahora saben? 

El tema da para mucho. Por ejemplo, imaginemos un remedo de ese 'Resistiré' que han grabado varios artistas de distintos estilos y épocas que se van sucediendo párrafo tras párrafo, uno tras otro, o el 'A tado' que con el mismo sistema circula estos días en apoyo de Cruz Roja. Y ahora traslademos esas grabaciones a la política y vayamos viendo aparecer, por ejemplo, a Pedro Sánchez "si pudiera..." ¿qué olvidaría, borraría, explicaría, quemaría, sembraría, devolvería, lograría... para que todo hubiese resultado mejor de lo que está resultando? O a Ayuso y su pose como Virgen dolorosa en tarde de Viernes Santo "si pudiera..." ¿borrar o lograr?, según el número de votos que pierde o gana con tan sofisticado rictus... Ahí queda la sugerencia: una reedición de 'No dudaría' a cargo de nuestros heraldos de la política, cada uno con su párrafo de arrepentimiento y su compromiso de "escarmentar de la experiencia". Pongan ustedes a todo aquel que se les ocurra. Porque del otro compromiso, el de esperar de esta política -y algunos de sus profesionales- que no ejerza la violencia verbal, otro de los compromisos de la canción, sería algo así como sentarse a esperar que caiga una nevada en Motril en agosto. 

De forma que, en la espera, retornamos a Antonio Flores y su duda arrepentida y vitalista de 'No dudaría'. Una canción que, al repasar su letra, resulta extraña por la relación de errores de comportamiento según los 19 años de edad que el hijo de Lola Flores tenía cuando la compuso. Ese conflicto interior por "aquello que fui", "todo lo que yo vi", "las vidas que quité", "las armas que usé", "los campos que arrasé", "las paz que quité", "aquel llanto que oí"... Demasiadas cosas de las que arrepentirse a edad tan temprana, por lo que algunos analistas han visto en las formulaciones de la canción un sentimiento de culpa, el remordimiento expresado en primera persona ante la imposibilidad de volver atrás para salir de la prisión que ejerce el mundo de las drogas. Menos mal que también a edad temprana nuestro cantante expresa y compromete la esperanza de "ver la alegría" y de "escarmentar de la experiencia" (en el estribillo pasa de Descartes a Hume y los filósofos empiristas) y "nunca, nunca más usar la violencia". Tan contento está con su nueva actitud y promesa vital que Antonio Flores remata la canción con un original tarareo: "Para-tu-ru-ru-tu-ru, / para-tu-ru-ru-tu-ru-rutú..." 

Esta 'No dudaría', que grabaron después cada uno en su versión Rosendo y Rosario Flores, por otra parte, podría servir a la perfección como ejemplo gramatical para el uso correcto del subjuntivo y el condicional. "Si pudiera...", modo verbal subjuntivo que indica la condición bajo la cual tendrá efecto la acción expresada en condicional, "no dudaría...". Es decir, si Antonio Flores 'hubiera podido' (subjuntivo) 'olvidar todo aquello que fue', en consecuencia 'no habría dudado' (condicional) 'en volver a reír'. (Estos días de confinamiento también son buenos para repasar el aprendizaje del bachillerato y a ello se suma con entusiasmo este cancionero analítico).