Análisis

Fernando Faces Santelmo Business School

El poder de la desconfianza

El impacto del colapso de Silicon Valley Bank y de Credit Suisse Bank es una muestra de la fragilidad del escenario económico y financiero actual y de la *desconfianza e incertidumbre que suscita. El susto ha sido mayúsculo y la reacción de los mercados exagerada. Pero los mercados financieros funcionan en base a expectativas, aunque sean irracionales. Cuando se desatan el pánico y la desconfianza en los mercados financieros las consecuencias pueden ser desastrosas. Afortunadamente los gobiernos y los bancos centrales han aprendido de la crisis financiera de 2008. Su rápida y contundente respuesta asegurando la liquidez y solvencia del sistema bancario ha sido fundamental para que la fuga de depósitos y el contagio se detengan. Los inversores y depositantes perdieron la confianza en la capacidad en los bancos centrales para gestionar la crisis. Llegaron a creer que se enfrentaban a una crisis financiera similar a la que provocó el colapso de Lehman Brothers en 2008 , la mayor crisis financiera desde La Gran Depresión de 1929.

De momento la situación se ha apaciguado, el derrumbe de las cotizaciones de los bancos en las bolsas se ha suavizado y la fuga de depósitos se ha moderado. Todo gracias a la reacción de los bancos centrales inyectando cantidades mil millonarias de liquidez, garantizando los depósitos e impulsando enérgicas soluciones de liquidación del SVB y de venta del Credit Suisse al UBS.

Todavía es pronto para cantar victoria. La Fed, el Banco Central de Estados Unidos, ha tenido que reclamar la ayuda de los grandes bancos sistémicos para hacer frente al colapso de los bancos regionales First Republic Bank y Signature Bank. El contagio puede continuar. La Fed está monitoreando actualmente la situación de la banca regional. Las cotizaciones bursátiles de la banca se han empezado a recuperar, tanto en Estados Unidos cómo en Europa.

El viernes el contagio del Deutsche Bank hizo saltar todas las alarmas. Había sido contagiado el principal Banco de Alemania, cuya cotización se desplomaba un 15% a media mañana. Los seguros de impago de deuda (CDS) del Deutsche Bank se dispararon hasta 800 puntos básicos y las cotizaciones de la gran banca europea se desplomaron. Con el fin de recuperar la confianza de inversores y depositantes el Gobierno alemán y la presidenta del BCE, Christine Lagarde, reiteraron la liquidez, rentabilidad y solvencia del Deutsche Bank, que en 2022 había obtenido 5.200 millones de euros de beneficio

La regulación, supervisión y solvencia del Sistema Bancario Europeo es más rigurosa que la de Estados Unidos. La regulación y exigencia de los coeficientes de liquidez y solvencia es la misma para los bancos sistémicos que para los pequeños y medianos bancos. En Estados Unidos, tras la desregulación de Donald Trump en 2018, la regulación aplicable a los bancos pequeños y medianos regionales es más suave.

Es pronto para afirmar que la crisis bancaria está superada y que todo ha sido un susto. Lo que sí es previsible es que las condiciones financieras de los créditos se endurezcan y que las probabilidades de recesión o estanflación aumenten. Este escenario unido a los altos tipos de interés y elevada deuda determinan que el fantasma de la crisis financiera siga acechando.

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