Ojalá existiera lo de la OTI
La tradición de San Fermín
Lo de los sanfermines es como los Juegos Olímpicos. Durante una semana los críticos de la tauromaquia establecen una tregua mientras la calle Estafeta esté dispuesta para que autóctonos y turistas (muchos, muchos turistas, haciéndose selfies) corran delante de los desorientados morlacos. Romanticismo, Hemingway mediante, en torno a la tradición pamplonica a la que cada mañana TVE dedica casi dos horas a cámara lenta.
Es curioso, será por puro peso abertzale, que la tradición taurina de Navarra sea tan ensalzada respecto al resto de festejos del calendario festivo español. En la audiencia matinal que sigue los encierros (de media, en torno a 2 millones de espectadores) hay mucha curiosidad por contemplar algún percance, hay que reconocerlo. Pero también hay mucho de tradición, del rito de seguir en directo un acontecimiento que da que hablar el resto del día. Se han cumplido 40 años de emisiones. Sin duda, y da igual el color del partido que gobierne, RTVE hace una esforzada y valiosa cobertura de los sanfermines. Y para los defensores de la llamada fiesta nacional, aún pervive perdido por La 2 y RTVE el veterano Tendido Cero. El Toro.
Habrá que reconocer también que como los sanfermines es una fiesta del norte rico y socio, no es una ocurrencia bárbara del sur, pobre y de derechas, en cuyo caso sería criticable. La tauromaquia se está reduciendo a una interesada pugna política. Los que la utilizan con sobreexposición, como hace Canal Sur, y los que la critican de forma maximalista.
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