Balsas de piedra

ANTONIO DAPONTE

Año nuevo, vida nueva

Quizá este año 2023 veamos algunos cambios significativos en las ciudades andaluzas aprovechando que tendremos elecciones municipales. De hecho, deberíamos estar en pleno debate sobre los cambios que nuestras ciudades necesitan, por una parte, y por otra, aquellos que podamos desarrollar utilizando las oportunidades que se nos presentan. Si hay un cambio que las ciudades andaluzas necesitan como el comer es su adaptación al cambio climático, a funcionar y vivir en un medio ambiente más hostil, más caluroso, con más fenómenos extremos, y mucho menos predecible. Todos los informes nacionales o internacionales nos señalan como uno de los territorios europeos más vulnerables a los efectos del cambio climático. Así que o hacemos los cambios planificados y consensuados en base a las oportunidades que tenemos, o bien los tendremos que hacer forzados por las consecuencias.

Esto último es lo que está ocurriendo en Australia, un país que, como Andalucía, es muy vulnerable a los efectos del cambio climático. Con un aumento de las temperaturas de tan solo un grado y medio, por no haber hecho los cambios necesarios en su momento, hace más de dos décadas que están encima de la mesa, hoy los tendrán que afrontar a las bravas. Récords de inundaciones, sequias, e incendios, todo ello con consecuencias mortales además de millones de euros en costes. La patronal aseguradora ya ha alertado de que en algunas zonas del país las viviendas y negocios no son asegurables, por la magnitud de los riesgos que afrontan. La situación es tan grave que entre las soluciones que se barajan estos días se incluye la de desplazar forzadamente a la población de las zonas más vulnerables del país. Es decir, crear una 'Australia vaciada' para proteger a su población, una paradoja climática donde las haya.

Este año, las capitales andaluzas tienen que implantar zonas de bajas emisiones para frenar los niveles de emisiones y reducir la contaminación del aire. Esto es una gran oportunidad para introducir cambios de calado en nuestras ciudades, orientados hacia los 17 objetivos de desarrollo sostenible consensuados en el marco de las Naciones Unidas. Deseo un 2023 lleno de cambios sostenibles y saludables para nuestros pueblos y ciudades.

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