La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Elogio de Paul Johnson y la divulgación

La divulgación es esencial para el crecimiento cultural de las mayorías, una forma de democratizar el conocimiento

En la muerte del historiador y divulgador Paul Johnson (1928-2023), autor de Historia del cristianismo, La historia de los judíos, Intelectuales, El nacimiento del mundo moderno, Tiempos modernos o el original Humoristas -en el que va de Benjamín Franklin y Samuel Johnson a los hermanos Marx o de Dickens y Chesterton a Noel Coward y Chaplin- quiero homenajear a los historiadores anglosajones con vocación divulgadora a través de la publicación de obras de síntesis, conferencias, artículos y programas radiofónicos y televisivos. Hace muchos años, en una juventud que me parece una galaxia muy lejana, en una de mis incursiones por los libros de mi padre, caí sobre los tomos de Estudio de la Historia de Toynbee que publicó Alianza. Quizás entonces nació mi interés por la divulgación, también alentada por la Historia de los griegos y la Historia de Roma de Montanelli que leí en las ediciones de aquel Círculo de Lectores (QEPD) que tanto bien hizo y tan malamente cerraron.

La divulgación rigurosa es esencial para el crecimiento cultural de las mayorías, una forma eficaz de democratizar el conocimiento y un acto de generosidad muchas veces recibido con rechinar de dientes por quienes se tienen por pontífices del conocimiento. Y esto en todos los terrenos, desde La Barraca de Lorca a la Asociación Musical Obrera de Pau Casals o las Misiones Pedagógicas presididas por Manuel Bartolomé Cossío a las transcripciones para pequeña formación de Schönberg, Berg y Webern de obras clásicas para su más fácil difusión o los conciertos escolares televisados de Leonard Bernstein. Pero vayamos con la divulgación histórica anglosajona en homenaje a Johnson.

Citando solo a los que he leído -por no querer farolear wikipédicamente- agradezco los trabajos de Anthony Beevor, Richard J. Evans, Niall Ferguson, Orlando Figes, Martin Gilbert (¿se decidirá alguna editorial a traducir su Holocaust. A jewish tragedy?), Ian Kershaw, Laurence Rees, Simon Schama (se hace esperar el tercer volumen de su Historia de los judíos), Simon Sebag Montefiore, Mary Beard o, para mí en la cúspide, Tony Judt con Posguerra, una historia de Europa desde 1945 o Pasado imperfecto y Eric Hobsbawm con su monumental ciclo La era de la revolución, La era del capital, La era del imperio y La era de los extremos (mal titulado en España Historia del siglo XX). Gracias a todos ellos.

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