Flojo cartel del Corpus

Artísticamente apresurada y descomprometida, es una composición simple, carente de simbología granadina protagonista

Hace escasas fechas, el Ayuntamiento de Granada hacía público el que presentaba como cartel de las fiestas del Corpus Christi, para este año de 2023, que se celebrarán entre los días 3 y 10 del próximo mes de junio. Madrugar tanto con esta cartelería obedece, al parecer, al deseo de presentarlo en la Feria Internacional de Turismo en Madrid -Fitur- que se celebra anualmente y que está considerada por destacados sectores de la prensa económica como la segunda feria de turismo del mundo -la primera es la World Travel Market London- que se ha celebrado en la semana pasada y que, como viene siendo habitual, congrega a decenas de millares de profesionales y dirigentes políticos de todo el globo terráqueo, que acuden a esta enorme muestra unos con la sana ilusión de promocionar su propia tierra, como es el caso de nuestro país, en el que el turismo alcanza el 8.0 del PIB nacional y en el caso concreto de nuestra Granada en que esta cifra porcentual se sitúa nada menos que en el 12%; y otros para conocer el estado de este mercado, con el fin de aumentar o diversificar el volumen de sus respectivos negocios.

Pues bien, allá se presentó el cartel, como hemos dicho, para las fiestas del Corpus de este año de 2023, un cartel que, aparte sean las polémicas suscitadas, no ha tenido, en general y en la propia ciudad, una acogida todo lo calurosa que hubiese sido de desear por su autor y por las autoridades o técnicos responsables de su elección y encargo.

En medio de la lectura de tanto comentario, en las distintas redes sociales de comunicación, me vino a la memoria el magnífico trabajo que, como estudio de fin de licenciatura en Historia del Arte, presentó en noviembre de 1981 José Ramón Rodríguez Macías, en la Facultad granadina de Letras, trabajo que, muy acertadamente, publicó luego el Ayuntamiento de nuestra ciudad, bajo el título de Los Carteles de las Fiestas del Corpus. Granada 1857-1982. Este estudio, por su metodología de gran profundidad y rigor histórico, seguramente hubiese merecido ser continuado en años posteriores, hasta nuestros días, pero creo que eso no ha sucedido.

Del cartel de este año es autor el prestigioso pintor alcalaíno Paco Montañés, que obtuvo el Premio Nacional Fin de Carrera del ministerio de Educación y un sinfín de becas de no menos prestigiosas instituciones. Esta su obra, artísticamente apresurada y descomprometida, es una composición simple, carente de simbología granadina protagonista. Es triste, no tiene elementos evocadores de la fiesta, la diversión y la alegría que son propios de la feria. De la ausencia de la custodia eucarística, ni hablamos. En mi opinión y en la de muchos, no cumple la función divulgativa o propagandística que, como cartel que querría ser, debiera de haber tenido. Véanlo y si no están de acuerdo, díganlo igualmente ¿O no?

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