EL consejero delegado de la multinacional sueca del mueble Ikea, Mikael Olhsson, se ha quejado en una entrevista de las cortapisas administrativas que están encontrando en varias ciudades españolas, entre ellas Granada, para la implantación de nuevos centros. Olhsson asegura que su compañía estaría dispuestas a iniciar "mañana" las obras pero que los requisitos van a retrasar al menos cinco años la apertura de los nuevos centros. Es comprensible la queja de Ikea pero es inevitable que las multinacional respete la legislación española. En el caso de Pulianas, las dificultades van más allá de los plazos legales. Los problemas con los propietarios del suelo y, luego, con la empresa encargada de urbanizar el terreno han dilatado los plazos de manera exagerada. Lo último que supimos es que Ikea estaba dispuesta a emprender la urbanización no sólo de su tienda sino de todo el complejo comercial de Pulianas. Sería una pena que se perdiera una inversión tan importante.

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