Las dos orillas
José Joaquín León
Noticia de Extremadura
SON más miserables que mediocres o más mediocres que miserables? De lo que no cabe duda es que son las dos cosas. Me refiero a Amaiur, sobre todo, pero también a ERC y al BNG. Son mediocres porque, según la atinada definición de Chesterton, la mediocridad consiste en estar ante la grandeza sin reconocerla. Y son miserables porque, además, la aborrecen. El mediocre se complace en su propia ceguera que le impide darse cuenta que está ante méritos excepcionales. Es un topo incapaz de imaginarse que haya vida y luz fuera de su madriguera. El miserable reconoce la excelencia de quienes son mejores que él, pero eso en vez de producirle admiración o reconocimiento le hace odiarlos. El mediocre, menos peligroso, ignora la grandeza; el miserable la aborrece.
Que Amaiur, ERC y BNG vetaran la declaración del Congreso en memoria de Suárez es una vergüenza para ellos, para quienes les votaron, para el propio Congreso y para todos nosotros. Comprendo muy bien a Rosa Díez cuando dijo que no consideraba compañeros a los parlamentarios de Amaiur. Un discurso como el de Errekondo es intolerable en sede parlamentaria: la libertad de expresión no ampara que allí se ponga en cuestión la legalidad democrática al afirmar, entre otros disparates, que Adolfo Suárez "es una figura que ha sido protagonista necesario, junto a Juan Carlos de Borbón, de la continuidad de los principios fundamentales del franquismo con la connivencia del Ejército" o que la Transición no sirvió para evolucionar de la dictadura a la democracia, sino para "dar forma impuesta a un régimen franquista".
Sin embargo, se toleró el discurso. Incluso tras la bochornosa sesión Jesús Posada, seguro que con la mejor voluntad, dijo que "el que no opina como nosotros no es porque sea malo ni porque no quiera a España, no, sino porque tiene otras fórmulas para hacer lo mismo que nosotros pero de otra forma". Lo que me parece muy sensato si se aplica a cualquier partido democrático que respete la Constitución, pero un disparate si se dice de quienes no condenan el terrorismo, llaman dictadura a nuestra democracia o quieren separarse de España. Decir que una cobra es una lombriz no la hace menos letal. No vale engañarse. Una cosa es soportarlos por respeto a las leyes que ellos desprecian y otra muy distinta presuponerles, como hizo el señor Posadas, bondad y amor a España. Porque una cosa es la tolerancia y otra la tontería.
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